Presentación

Campos (Mallorca)

Empieza sus estudios en 1976, en la escuela de Artes Aplicadas de Palma, alternando con clases en las academias privadas, Arcadia y Estudio D'arte, para seguir en el Taller Torculari, aprendiendo diferentes técnicas de obra gráfica y por último, aprende diferentes técnicas de escultura en la Calatrava. Este paso por diferentes escuelas suman un total de diez años.

La primera exposición individual es en su pueblo natal Campos, en lo que ahora es la sala de plenos del Ayuntamiento, que en el año 1980 era sala de exposiciones.

Después de esta primera exposición siguieron muchas otras en diferentes puntos de Mallorca, Ibiza, Mahón y en Barcelona, Madrid, Valencia, Alicante, Sitges, Pamplona, Logroño, Lérida, La Coruña y Sevilla. En el extranjero Rodas y Atenas (Grecia), Ginebra, Washington, Berlín, La Carouge (Suiza), Montpellier (Francia), Gante (Bélgica), Moscú, Chipre, La Habana y Camagüey (Cuba). Han sido 30 individuales y más de un centenar de colectivas.

Participó en diferentes certámenes, entre 1986 y 2001, dejando de participar porque la escultura de gran formato absorbía todo su tiempo y esfuerzo. Obtuvo 24 premios, destacando el primer premio Princesa Sofía.

El 2004, le concedieron El Primer Diploma de Honor, por su trabajo y trayectoria en escultura.

Ha colaborado con diferentes ONG, y de manera muy especial con la AECC de Baleares.

Sus obras han ilustrado carteles, revistas y libros. Ha participado en bienales y ferias de arte, como también en desfiles de moda aportando sus joyas a los diseños de su hermana Isabel Vidal.

Sus esculturas en espacios públicos están en el Museo Es Baluard “L'altre meitat" y frente la Delegación de Hacienda “Balladors" en Palma, Museo Can Prunera, en Sóller, “Retrat", en el Paseo Colonia de Sant Jordi, “Salistre", en la entrada de Campos, “Parella", en el Hospital Comarcal de Inca, “Dona", en Porreres, “La forja", en la rotonda de Llucmajor “A cau d'orella" y el grupo escultórico “Deliberants" que preside la entrada de la Ciudad de la Justicia de Valencia. (Consta de 11 piezas). Actualmente está impartiendo clases de pintura, desde el 2011, en la escuela “sostre d'art".

En su casa estudio, del siglo XVI, se han celebrado infinidad de actos culturales, performances, instalaciones, microteatro, lectura y escenificación de “rondallas", desfiles de moda, cursos de fotografía artística y ocho exposiciones colectivas más 17 individuales, todo por amor al arte.

La clave del arte, con Miquella Vidal al fondo

Hace muchos años, cuando comenzábamos a investigar en qué consiste la capacidad humana para apreciar la belleza, el grupo del que entonces formaba yo parte se vio en la necesidad de resolver un enigma que se tenía por indescifrable. Nos lo advirtieron de sobras; nos lo dijo Alberto Portera, por ejemplo: no se sabe ni se podrá saber jamás en qué consiste ese vuelco del alma que aparece cuando contemplamos un cuadro, o una escultura, o un edificio, o una puesta de sol que nos sobrecoge.

Pero no hicimos caso.

Al poco tropezamos con una de las claves principales de la estética: no existe una belleza única, sólida, compacta. Al igual que los muchos colores del arco iris se funden al cabo en uno solo, el blanco, aquello que nos conmueve y lo que, por el contrario, odiamos, sigue una multitud de claves, un algoritmo de sumas y de restas cuya profundidad se nos escapa. Pero los padres fundadores de la estética experimental nos indicaron algunos de los caminos por los que cabe adentrarse. Siguiendo a Eysenck, detectamos que hay al menos cuatro condi- ciones fundidas en cada experiencia estética única. Aquello que nos gusta lo encontramos bello, interesante, agradable y original; todo a la vez y con cada dimensión por su lado.

Una sabiduría inútil, quizá. El cerebro de cualquiera de nosotros resume la historia larga de la estética, de la psicología y del discurrir filosófico en un ejercicio de un solo instante. Pudimos hasta medirlo en el laboratorio: en cuestión de medio segundo, la mente decide. Ese cuadro, sí; esa pieza esculpida, no. Vayamos a otra cosa. 

Medio segundo.

La primera vez que vi una obra de Miquela Vidal necesité ese tiempo para darme cuenta de lo obvio: de que en sus materias llevadas al lienzo o levantadas en el aire se encuentra el sentido mismo de lo que es la búsqueda intrigante de la belleza. Sus arenas que se vuelven libros, sus metales que se vuelcan en goznes gigantescos son la expresión de lo más profundo, el mapa del grito instantáneo que nos sacude.

Decía Picasso que cuando uno es joven lo es toda la vida. Es cuestión de tener lo que hay que tener; lo demás, sobra.

Lo supe desde el primer momento. Cuando eres capaz de crear la belleza mantendrás esa condición para siempre. Miquela Vidal tiene ese don que le regalaron los dioses, o quizá los demonios; es una condición suya y no puede desembarazarse de ella. Aunque los gurús pomposos que manejan el mercado nunca se enteren, en eso mismo consiste el arte.

Crítica por Camilo José Cela Conde


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Todas las Miquela Vidal Barceló
Escultura, Mi Faraón, Miquela Vidal Barceló

Mi Faraón

Miquela Vidal Barceló

Escultura - 43 x 13 x 13 cm

9.034 US$

Escultura, Galfó petit, Miquela Vidal Barceló

Galfó petit

Miquela Vidal Barceló

Escultura - 34 x 18 x 6 cm

1.807 US$

Escultura, Maternity Sculpture, Miquela Vidal Barceló

Maternity Sculpture

Miquela Vidal Barceló

Escultura - 66 x 52 x 37 cm

20.327 US$

Pintura, Serie Dones, Miquela Vidal Barceló

Serie Dones

Miquela Vidal Barceló

Pintura - 120 x 120 x 3 cm

11.293 US$

Pintura, 5 galfons marina, Miquela Vidal Barceló

5 galfons marina

Miquela Vidal Barceló

Pintura - 70 x 150 x 2 cm

15.466 US$

Escultura, 7 galfons, Miquela Vidal Barceló

7 galfons

Miquela Vidal Barceló

Escultura - 150 x 147 x 20 cm

26.539 US$

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¿Quién es el artista?

Campos (Mallorca)

Empieza sus estudios en 1976, en la escuela de Artes Aplicadas de Palma, alternando con clases en las academias privadas, Arcadia y Estudio D'arte, para seguir en el Taller Torculari, aprendiendo diferentes técnicas de obra gráfica y por último, aprende diferentes técnicas de escultura en la Calatrava. Este paso por diferentes escuelas suman un total de diez años.

La primera exposición individual es en su pueblo natal Campos, en lo que ahora es la sala de plenos del Ayuntamiento, que en el año 1980 era sala de exposiciones.

Después de esta primera exposición siguieron muchas otras en diferentes puntos de Mallorca, Ibiza, Mahón y en Barcelona, Madrid, Valencia, Alicante, Sitges, Pamplona, Logroño, Lérida, La Coruña y Sevilla. En el extranjero Rodas y Atenas (Grecia), Ginebra, Washington, Berlín, La Carouge (Suiza), Montpellier (Francia), Gante (Bélgica), Moscú, Chipre, La Habana y Camagüey (Cuba). Han sido 30 individuales y más de un centenar de colectivas.

Participó en diferentes certámenes, entre 1986 y 2001, dejando de participar porque la escultura de gran formato absorbía todo su tiempo y esfuerzo. Obtuvo 24 premios, destacando el primer premio Princesa Sofía.

El 2004, le concedieron El Primer Diploma de Honor, por su trabajo y trayectoria en escultura.

Ha colaborado con diferentes ONG, y de manera muy especial con la AECC de Baleares.

Sus obras han ilustrado carteles, revistas y libros. Ha participado en bienales y ferias de arte, como también en desfiles de moda aportando sus joyas a los diseños de su hermana Isabel Vidal.

Sus esculturas en espacios públicos están en el Museo Es Baluard “L'altre meitat" y frente la Delegación de Hacienda “Balladors" en Palma, Museo Can Prunera, en Sóller, “Retrat", en el Paseo Colonia de Sant Jordi, “Salistre", en la entrada de Campos, “Parella", en el Hospital Comarcal de Inca, “Dona", en Porreres, “La forja", en la rotonda de Llucmajor “A cau d'orella" y el grupo escultórico “Deliberants" que preside la entrada de la Ciudad de la Justicia de Valencia. (Consta de 11 piezas). Actualmente está impartiendo clases de pintura, desde el 2011, en la escuela “sostre d'art".

En su casa estudio, del siglo XVI, se han celebrado infinidad de actos culturales, performances, instalaciones, microteatro, lectura y escenificación de “rondallas", desfiles de moda, cursos de fotografía artística y ocho exposiciones colectivas más 17 individuales, todo por amor al arte.

La clave del arte, con Miquella Vidal al fondo

Hace muchos años, cuando comenzábamos a investigar en qué consiste la capacidad humana para apreciar la belleza, el grupo del que entonces formaba yo parte se vio en la necesidad de resolver un enigma que se tenía por indescifrable. Nos lo advirtieron de sobras; nos lo dijo Alberto Portera, por ejemplo: no se sabe ni se podrá saber jamás en qué consiste ese vuelco del alma que aparece cuando contemplamos un cuadro, o una escultura, o un edificio, o una puesta de sol que nos sobrecoge.

Pero no hicimos caso.

Al poco tropezamos con una de las claves principales de la estética: no existe una belleza única, sólida, compacta. Al igual que los muchos colores del arco iris se funden al cabo en uno solo, el blanco, aquello que nos conmueve y lo que, por el contrario, odiamos, sigue una multitud de claves, un algoritmo de sumas y de restas cuya profundidad se nos escapa. Pero los padres fundadores de la estética experimental nos indicaron algunos de los caminos por los que cabe adentrarse. Siguiendo a Eysenck, detectamos que hay al menos cuatro condi- ciones fundidas en cada experiencia estética única. Aquello que nos gusta lo encontramos bello, interesante, agradable y original; todo a la vez y con cada dimensión por su lado.

Una sabiduría inútil, quizá. El cerebro de cualquiera de nosotros resume la historia larga de la estética, de la psicología y del discurrir filosófico en un ejercicio de un solo instante. Pudimos hasta medirlo en el laboratorio: en cuestión de medio segundo, la mente decide. Ese cuadro, sí; esa pieza esculpida, no. Vayamos a otra cosa. 

Medio segundo.

La primera vez que vi una obra de Miquela Vidal necesité ese tiempo para darme cuenta de lo obvio: de que en sus materias llevadas al lienzo o levantadas en el aire se encuentra el sentido mismo de lo que es la búsqueda intrigante de la belleza. Sus arenas que se vuelven libros, sus metales que se vuelcan en goznes gigantescos son la expresión de lo más profundo, el mapa del grito instantáneo que nos sacude.

Decía Picasso que cuando uno es joven lo es toda la vida. Es cuestión de tener lo que hay que tener; lo demás, sobra.

Lo supe desde el primer momento. Cuando eres capaz de crear la belleza mantendrás esa condición para siempre. Miquela Vidal tiene ese don que le regalaron los dioses, o quizá los demonios; es una condición suya y no puede desembarazarse de ella. Aunque los gurús pomposos que manejan el mercado nunca se enteren, en eso mismo consiste el arte.

Crítica por Camilo José Cela Conde

¿Cuáles son sus 3 principales obras?

¿Cuál es el movimiento artístico de Miquela Vidal Barceló?

Estos son los movimientos artísticos: Inspirado en la pintura rupestre

¿Cuándo nació Miquela Vidal Barceló?

El año de nacimiento del artista es: 1948