Virginie de la Happy Funky Family

Virginie Rasmont es una artista francesa afincada en París, especializada en collage sobre papel.

Profundamente enamorada de los colores, pasión que le transmitieron su tío y su madre, ambos pintores, comenzó a crear con un objetivo terapéutico porque el arte calma ciertas emociones y (re)despierta otras. Entonces decide compartir su trabajo para inspirar y enriquecer las almas y los corazones de las personas que la rodean. Virginie usa el arte para expresar sus pensamientos sobre la humanidad, la sociedad. El arte le permite dejarse guiar por su inspiración y su imaginación. Le ofrece un mundo de todas las posibilidades, un mundo soñado y libre donde lo emocional prima sobre lo racional.

El trabajo de Virginie es una reflexión filosófica sobre temas y valores que son universales y atemporales: la feminidad, la alegría, la familia, el amor, por nombrar algunos. Ella sostiene un espejo de nuestras vidas agitadas, muestra nuestras áreas de sombra y luz. Cristaliza momentos vividos y captura las vibraciones del mundo para iluminar nuestros corazones y almas. Ella nos invita a dar un paso al costado y observar nuestras vidas a través de un prisma diferente, para cuestionar nuestros puntos de vista a veces demasiado rígidos.

Aunque los temas abordados en su arte son profundos, el proceso de trabajo de Virginie es intuitivo y verdaderamente impulsado por sus emociones. Esta dualidad refleja su personalidad ya que es profundamente racional pero también empática y modesta a la hora de expresar sus sentimientos.

Virginie es una artista del corte y ensamblaje de formas y colores. Sus influencias son numerosas, pero tres artistas la han marcado especialmente: Niki de Saint Phalle, Picasso y Matisse.

Científica de formación, Virginie siempre ha disfrutado diseccionando, deconstruyendo y analizando situaciones bajo el microscopio. Pero no se detiene en una simple fragmentación de las cosas. También toma su telescopio para dar un paso atrás en su existencia y nos invita a hacer lo mismo. Recompone escenas, retratos, situaciones de nuestra vida. Juega con los colores como lenguaje de las emociones. Para ella, “el color no tiene significado para la inteligencia pero tiene todo el poder sobre la sensibilidad" (Delacroix).

Armonía y poesía son las palabras clave de sus creaciones.