Christine Bry

Mi trabajo en la serie "Parois" comenzó en 2008, paralelamente a la moda de las pinturas rupestres de la Grotte Chauvet y otras cuevas recientemente exploradas.

"El arte no tiene historia", decía el filósofo Henri Maldiney. Por lo tanto, sería acrónico. De ahí este deseo de explorar los tiempos inmemoriales a mi manera. No para revivir el momento del primer gesto (eso sería absurdo), sino para revisar su aspecto prodigioso. No para copiar, sino para integrar una forma de salto o de animalidad perdida en el universo indefinido, a veces inquietante, que nos rodea. 

Es evidente que tanto el mundo animal como el humano están amenazados. Tal vez estemos en vísperas de una gran convulsión, jalonada por la desaparición de especies animales y vegetales, y las migraciones humanas que se avecinan. Sin embargo, una cierta alegría anima estos cuadros, atestiguando mi confianza en la vida.