Jean-Michel Cavalli

Jean-Michel Cavalli nació en 1964 en Béziers (Hérault). Actualmente vive y trabaja en el sur de Francia (Gard). El encuentro con una pareja de coleccionistas abre las puertas a las galerías más prestigiosas (Bartoux, Marciano etc.). Referenciado en el Akoun, su escritura mitad figurativa mitad abstracta lo impulsa a la escena artística profesional. En la punta de su cuchillo, Jean-Michel Cavalli traza y deja su huella en paisajes lejanos e imaginarios. El éxito está ahí, han pasado los años y en 2013 un cáncer le hizo darse cuenta de la fragilidad y la preciosidad de la vida. Esta misma vida que le llevará con el tiempo a cambiar de carril poco a poco. Fiel a su cuchillo, verdadero compañero creativo, ahora nos regala cuadros donde la infancia y los personajes se mezclan. Los colores estallan, el humor está en la cita. Un gesto más libre, una autobiografía en cierto modo. Jean-Michel Cavalli se pintó un mundo con los colores del poeta que escribe: "mi vida lo va a pintar, así que voy a prenderle fuego añadiéndole muchos colores". Jean-Michel pinta con un cuchillo, utilizando pintura al óleo como vector. Sobre lienzos de lino aplica una primera pulverización. Luego traza los contornos de su personaje en carboncillo. A veces, con pinceles, dibuja el interior del personaje. Todo su trabajo se realiza con la ayuda de un espejo colocado detrás del caballete para tener un poco más de perspectiva sobre el trabajo y trabajar tanto el hemisferio izquierdo como el derecho. De hecho, todo lo que está a la izquierda en el espejo está a la derecha en el lienzo y todo lo que está a la derecha en el espejo está a la izquierda en el lienzo. Así obtiene una composición y un equilibrio perfecto. Las reflexivas proyecciones de pinturas aportan cierto dinamismo al lienzo. Músico en su tiempo libre (batería), Jean-Michel Cavalli considera un paralelo con su técnica empleada en la pintura: tiempo, medida, rigor y paradójicamente libertad de gestos.