Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos artistas quisieron redefinir su estilo artístico.
En este período de lucha, a pesar de que todas las técnicas eran bienvenidas, los artistas buscaron abandonar los tropos y métodos comunes de las escuelas artísticas anteriores.
Su valoración cambió tanto en su concepción como objeto de arte como en su noción de representación.

Se empezó a dar mayor relevancia al proceso detrás de la obra, a la inspiración creativa que iniciaba el arte y también a los aspectos performativos. Kazuo Shiraga pintaba con los pies, Shozo Shimamoto arrojaba botellas de vidrio llenas de pintura a sus obras y Niki de Saint Phalle disparaba globos, llenos de pintura y envueltos en yeso, con un rifle a la lona. Sin embargo, es la técnica del goteo de Jackson Pollock la que cuestiona la importancia de la fijación con el destino como método creativo.

La nueva muestra colectiva de GALERIA AZUR se inspiró en esa etapa de euforia de posguerra que originó diferentes procesos de creación artística a partir de movimientos muy radicales y una nueva generación de escultores y pintores que comenzaban a entenderse simplemente como artistas, considerando todo tipo de materiales y temáticas. como arte potencial. Los variados estilos artísticos desencadenan relaciones íntimas que comparten un sentimiento común de ímpetu exacerbado en el destino.