(Es) Trópicos / 2020 Texto de Caio Cardial, curador de la exposición: Los días se repiten. Hace unos meses vivimos un momento insólito. Nuestro espacio se reduce y el tiempo se alarga. La falta de tiempo nos ha abrumado, ahora el exceso nos asombra. Un gesto introspectivo, un nuevo horizonte, donde nos acercamos a nuestra imaginación. La perplejidad del cambio, un grito inédito nos preguntó: “¿y ahora qué?” Baptiste utiliza este panorama distópico para crear otro amanecer, un nuevo amanecer. La construcción de estas pinturas nació de una necesidad de renovación del paisaje, de un deseo de naturaleza olvidada. Vuelve a encontrarla, revívela. El estímulo para esta simbiosis se encuentra en la historia del antropólogo, fundador del estructuralismo, Claude Lévi-Strauss, quien en 1935 partió en busca de un Brasil auténtico, puro, dotado de una energía salvaje, de una naturaleza singular. El autor de “Tristes Tropiques” vio parcialmente cumplidas sus expectativas sobre el viaje. Su angustia se presenta en un fragmento de texto con rasgos de profecía: "Dentro de unos cientos de años, en este mismo lugar, otro viajero, tan desesperado como yo, llorará la desaparición de lo que pude haber visto y que escapé. Víctima de una doble enfermedad, todo lo que veo me duele, y constantemente me reprocho no haber mirado lo suficiente." Las pinturas (en)tropicales de Baptiste, como un viajero, emprenden un viaje para encontrar un lugar donde el artista encuentra su vitalismo. Quizás estas especies no existan, quizás estos paisajes idílicos nunca existieron. Pero la ventana que nos abre Baptiste deja salir el aire que, hoy, ya no podemos respirar. Baptiste nos ofrece una utopía, nos entrega a través de sus gestos una propuesta de cambio de paradigma, una ecología posible. La palabra entropía para los griegos tenía dos significados: evolución y transformación. Para los físicos, es una medida del desorden del sistema. Identificar el desorden, transformarlo.
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