Joaquín lara
Territorio desconocido #2
Territorio desconocido #2
Zas Kultur, Vitoria, País Vasco
28.03 - 29.05 2023
Pintura al rescate de un "momento" en el fluir del paisaje. El registro de un sentido en la constante transformación de un entorno que pugna por recuperar otro equilibrio. el provisional; lo arbitrario; lo casual como referente.
Me recuerda la frase de Marcel Mariën "antes de la creación, Dios no existía". Lo que rodea la obra es lo contingente, lo fragmentario, lo efímero, la "masa confusa", el caos. La práctica artística, como cualquier otro medio, a través de la sinergia que surge del descubrimiento, ayuda al autor a vislumbrar lo esencial. La obra es un microcosmos donde el autor ensaya soluciones que desentrañan ese "anima mundi", esa armonía que se esconde tras la apariencia caótica de la realidad.
El artista se encuentra ante un proyecto sin jerarquías, en constante colisión, mezcla de técnicas espurias que se interfieren entre sí, colapsando el medio y el mensaje. Las diferentes etapas se superponen en entropía acelerada, restos de significado a la deriva tratando de agruparse y metamorfosearse. El artista, perplejo, hace un gesto y se observa interviniendo. El acontecimiento extingue el orden incipiente, muy pronto, en silencio, otro orden, éste más complejo, pero ya bastardo, sin legitimación, se aferra al objeto. ¿Será estéticamente viable? El naufragio es inminente, la obra se hunde en la insignificancia.
Disonancias, contradicciones flagrantes, rectificaciones... Lo amorfo se consolida paso a paso. Tal vez, como dice Adorno, "una de las tareas del arte consiste en expresar lo inarticulado y rudimentario, lo absurdo y lo arbitrario desde la perspectiva de lo articulado y formado, sin racionalizarlo y socializarlo". Para él, "la tarea del arte no es crear una forma articulada, sino reinventar lo amorfo e inarticulado... Sólo deformando o descomponiendo lo ya formado colectivamente para lograr directamente lo informe, o teniendo la fuerza de la voluntad artística para iluminar directamente lo amorfo , se puede captar, aunque sólo sea en abstracto, una cierta apariencia de unicidad".
De vuelta al trabajo, el tiempo ha decantado su sentido, lo lleno da paso a lo vacío, comienza otro ciclo. El artista se acerca al cuadro susurrando, su método consiste en ensayar y explorar como quien se adentra con cautela en un territorio desconocido.
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