Coha

Las obras de los artistas Angie COnejo Llosa y Klaus Rune HAnsen nos interrogan sobre el lugar del ser humano en el mundo, la relatividad del paso del tiempo o las perspectivas de exploración del espacio. Aquí es donde radica toda la maestría de los artistas: en dar lugar a intensas reflexiones en torno a lienzos minimalistas. Las pinceladas se concentran en generosas zonas planas, que dominan todo el lienzo. En el centro de las composiciones surgen círculos. Los artistas juegan con contrastes y texturas, evocando una tensión entre vacío y densidad, simplicidad y poder. Explorando toda la paleta cromática del arco iris, los artistas se convierten en maestros en el arte de trabajar los contrastes en torno a un detalle omnipresente: ¡el círculo! Símbolo de la unidad, del ciclo de la vida o incluso del movimiento perpetuo, el círculo es una figura geométrica que conlleva un profundo significado. El círculo constituye también una especie de doble cara. Es lo que se muestra, el rostro homogéneo, estático, perfectamente cerrado sobre sí mismo. Pero es también lo que no aparece, el vacío y un abismo que esconde en sí mismo un camino invisible. También está la noción del tiempo. Dentro del círculo el tiempo se detiene. Nos sumergimos en la abstracción como en un sueño protector.