Nick Warren

Mi práctica es una síntesis multidisciplinaria enfocada en crear entornos completamente inmersivos y curados que faciliten la conexión de manera significativa. El trabajo comienza principalmente desde un lugar de deconstrucción privada y autocrítica que se articula a través de un tapiz de simbología codificada. La narrativa se refina y se destila a través del proceso generativo de creación a medida que la exploración conceptual responde a la exploración material.

Las obras existen en privado como narraciones confesionales/exploratorias, pero están codificadas y resumidas para dejar solo el sentimiento de mi lectura textual. Luego, el espectador se coloca a sí mismo en estos rompecabezas fracturados de símbolos y se le permite construir una comprensión ineludiblemente arraigada en su propia personalidad a medida que su conciencia llena los espacios liminales y no revelados para unir el significado. Es tanto una ordenación de mi propia conciencia como una herramienta pedagógica para mí para llamar la atención y dialogar sobre las cuestiones ideológicas, éticas y ontológicas ubicuas que creo que para la mayoría de las personas se pasan por alto por completo en virtud de su tamaño.

Las palabras existen como parte integral de las composiciones tanto como formas en sí mismas como una fuerza para equilibrar la tensión de qué significado contextual se da o no se revela. Mi práctica pictórica se ha ido incorporando y transmutando cada vez más a través de formas tridimensionales y saliendo del lienzo a medida que la dirección de mi trabajo está profundamente enfocada en crear entornos profundamente inmersivos. Cuando llevas una intensa consideración curatorial a la totalidad de un espacio; la forma en que manipulas la luz, el sonido, el olor, cómo orientas a las personas a través de una habitación, la materialidad de esa habitación, percibiendo y diseñando para el volumen de los espacios en lugar de una serie de superficies bidimensionales interconectadas, etc.

Crea ambientes que sumergen tan completamente al espectador que inconscientemente puede renunciar a su preocupación mental y comprometerse con el trabajo desde un espacio de curiosidad y receptividad. Cultivar la inmersión y tratar de crear espacios que permitan ese tipo de forma trascendente de compromiso es uno de los principios fundamentales que guían la dirección de mi práctica. La experimentación es una de las prácticas fundamentales que dicta la forma de mi trabajo.

A nivel material es como me he enseñado a mí mismo observando la forma en que se pueden manipular diferentes propiedades y qué cualidades son inherentes a ellas. Existe en un nivel muy práctico, ya que mi trabajo se compone y colapsa sin cesar sobre sí mismo y existe como una garantía de que si confío en mi capacidad para encontrar algo de valor en lo desconocido, siempre tendré un nuevo trabajo por delante para hacer.