Catherine Dumas Perrot

Catherine Dumas Perrot vive actualmente en Rognac, entre Aix en Provence y Marsella.
Un comienzo tardío en la pintura que os podría explicar con un toque de ironía contándonos un episodio de su vida de niña de 4 años cuando, tras observar a su padre con mucho cuidado repintando de blanco las paredes del salón, ella hubiera querido hacer lo mismo poniendo color y alegría..... en total abstracción! A esto le siguió un magistral azote administrado por su madre y tal vez una vocación detenida, o al menos adormecida.
Se recuperará en la edad adulta.
Para sus padres, una formación en artes no era una opción. ¡No era grave! Por lo tanto, se dirige después del bachillerato a una escuela de negocios, especializándose en marketing....
A los 25 años decide tomar clases de pintura y en sus ratos libres compone cuadros de estilo figurativo, al óleo. Y una vida ajetreada organizada en torno a su familia (4 hijas), su vida profesional (banco) y asociativa (Cruz Roja) le deja poco tiempo para pintar.
En 2008, una expatriación a Estados Unidos le permitirá retomar los pinceles. Se une a un grupo de pintores en Washington, aprende y se perfecciona en otras técnicas (material work, collage, acrylic fluids, color work…), se acerca a la pintura abstracta y al acrílico. Numerosos viajes y sobre todo encuentros con otros artistas han enriquecido su personalidad como pintor.
Su creatividad es un torbellino de emociones que la abruma. Estos son los colores que se empujan y se imponen sobre todo cuando se encuentra frente a su lienzo blanco. Es un ir y venir, una comunicación que se establece entre ella y su creación....
Además, si la visitas, te sorprenderá ver que sus cuadros en proceso la siguen por las diferentes estancias por donde circula. Ella está completamente inmersa en él.
A Catherine le gusta pintar al aire libre, en el pinar que la rodea, para que esta luz ilumine sus composiciones llenas de color y vida.
Es más que un impulso, es una necesidad que le permite adentrarse en otro mundo donde encuentra parte de su realidad actual, de sus emociones que lo habitan, aliadas a su imaginación.
Y su pintura toma forma....
Es un intercambio entre sus manos, su cabeza y su corazón....
No le pidas que te explique la visión de su trabajo. Es su mundo. Ella te invita a entrar....
Una cosa es cierta. Encuentra en su creación artística una felicidad embriagadora y adictiva que siempre la hace querer ir más allá.