Chloé Kelly Miller

Nacida en 1995 en Rouen, Chloé Kelly Miller vive y trabaja en París. Su práctica comenzó en 2018, en paralelo a sus estudios en psicología y orientada al psicoanálisis. Su trabajo forma parte de mecanismos a menudo automáticos que promueven la liberación y exploración del inconsciente.

Fotografías, acrílicos, grafitis, tintas, pasteles al óleo o dibujos componen así las distintas facetas de la obra del artista. El retrato ocupa un lugar preponderante, y persigue a través de un trabajo espontáneo y eruptivo la revelación compartida a través de la imagen, o las sensaciones latentes a la experiencia de uno mismo y de la alteridad.

Desde los iconos de la cultura pop, hasta el de las historias personales incompletas o magulladas, el artista aborda cuestiones de identidad y representación reevaluando a través de un trabajo de interacción con el sujeto, el modo mismo de aparición de su ser.

En muchos casos, el espacio del lienzo se concibe como un soporte para la puesta en escena del cuerpo y la pose del color, que participan de una sublimación de afectos. La diversidad de los medios favorece la expresión de un gesto instintivo espontáneo destinado a cuestionar el gesto en detrimento de lo que gobierna al ser humano: el lenguaje.

Atenta a las trayectorias personales de artistas como Dali, Basquiat, Ernest Pignon-Ernest, Keith Haring, Patti Smith o Mapplethorpe, Chloé Kelly Miller revisita un panteón artístico cuya técnica suspende y reexamina constantemente el patrimonio.

El neoexpresionismo es uno de los movimientos artísticos más enriquecedores para el artista. El arcaísmo se sacude y cuestiona qué es lo más primario, lo más profundo. A raíz de estos artistas, Chloé Kelly Miller, a su vez, intenta capturar lo esquivo, una realidad oscura y nebulosa, una verdad limpia y personal.

Graduada en Psicóloga Clínica en 2019, Chloé Kelly Miller continúa sus estudios en Investigación con miras a preparar una tesis hasta junio de 2020. Al mismo tiempo, la artista continúa invirtiendo todo su trabajo integrando nuevas galerías a nivel internacional, participando en exposiciones personales y colectivas, pero también colaborando en diversos proyectos con diseñadores, restauradores, escultores y creadores textiles.

De Bangkok a París, pasando por Casablanca, Toulouse, Rouen o incluso Perros-Guirec, la obra de Chloé Kelly Miller se extiende y cuestiona más allá de las fronteras y el lenguaje .