Mathilde Froidure

Pintora autodidacta nacida en París en 1949, Mathilde Lafait Froidure comenzó su obra alrededor de 1990, creando cuadernos de bocetos para capturar la esencia de sus viajes. Materiales recopilados (documentos, plantas, etc.) combinados con obras gráficas como bocetos y acuarelas estructuraron sus bocetos de campo. La transición a las acuarelas de gran formato se produjo de forma natural, lo que le permitió reafirmar su estilo personal y su expresión auténtica. Pero la artista deseaba desarrollar aún más su creatividad, trascendiendo el gesto que crea la imagen y explorando el medio de la pintura en sí: esto la llevó a la pintura acrílica.

La artista utiliza principalmente acrílicos para crear sus propias texturas y tinta, que utiliza para embellecer áreas cuidadosamente seleccionadas. Esto le permite jugar con lo inesperado, logrando resultados sorprendentes, a veces espectaculares. Como una equilibrista sobre un alambre tenso, se mueve entre el realismo y la abstracción, permitiendo que ambos emerjan, asegurando el equilibrio de su obra.