Pintura Pop Art

El término Pop Art es la abreviatura de "arte popular" y hace referencia a un movimiento artístico que se originó en el Reino Unido en la década de 1950, antes de extenderse rápidamente por todo el mundo. 

El pop art impactó tanto a la música como a la moda y las artes plásticas (collage, escultura, etc.). A nivel pictórico, las obras de pop art estadounidenses están realizadas en series y siguiendo un cierto número de procesos derivados directamente de la innovación industrial.

Entre las pequeñas revoluciones técnicas de la historia de la pintura que llevaron a la aparición del Pop Art, se encuentra el invento de la pintura acrílica, una pintura sintética compuesta de pigmentos, resina y trementina. A diferencia de la pintura al óleo, la pintura acrílica tiene la ventaja de secarse muy rápidamente, no necesita barniz y se conserva muy bien.

El segundo factor determinante fue la popularización de la serigrafía, una técnica de impresión basada en el uso de plantillas. En ambos casos, estas innovaciones fueron inicialmente objeto de cierto desprecio, pero dos figuras clave del Pop Art permitieron popularizar ampliamente estas técnicas.

De hecho, Andy Warhol y Roy Lichtenstein fueron de los primeros en mostrar abiertamente su preferencia por estos nuevos métodos. Al movilizar técnicas hasta entonces reservadas exclusivamente al ámbito industrial, estos dos grandes artistas del pop art lograron provocar una pequeña revolución en la historia del arte. La pintura contemporánea ya no era un objeto sagrado cuyo valor se medía por su rareza y una elaborada elección del tema.

El pop art estadounidense da la espalda a una larga tradición artística y ya anuncia las primicias del arte contemporáneo posmoderno al elegir objetos de la vida cotidiana, de la cultura de masas (lata de Campbell, Coca-Cola) como modelo. Más aún, objetos intencionadamente banales, populares, incluso vulgares.

El pop art estadounidense dio la espalda a una larga tradición artística y ya anunciaba los inicios del arte contemporáneo posmoderno al elegir como modelos objetos cotidianos y de la cultura de masas (lata de sopa Campbell, Coca-Cola). Además, el pop art se interesa por objetos intencionadamente ordinarios, populares, incluso vulgares.

Para marcar aún más la ruptura con los modelos anteriores de las bellas artes, el pop art utiliza una paleta cromática de colores muy vivos, a menudo basada en los tres colores primarios: rojo, amarillo y azul. Estos colores tónicos se aplican de manera idéntica sobre decenas, incluso centenares de soportes con una composición más o menos kitsch.

Esta crítica importante y a menudo irónica de la sociedad de consumo incluye también representaciones de figuras de la cultura pop, adoradas en aquella época (Marilyn Monroe, Mick Jagger, Mickey Mouse, Audrey Hepburn). Estas ilustraciones, que recuerdan la estética de las ilustraciones publicitarias o los cómics, se caracterizan por unas líneas muy sencillas, con un mínimo de detalles. 

La voluntad de desacralizar el arte recuerda al dadaísmo o al vanguardismo de Marcel Duchamp. Pero aquí se trata sobre todo de garantizar que la cultura sea accesible al mayor número posible de personas. El estilo pop se impuso rápidamente y al mismo tiempo creó una nueva forma de pintar. El enfoque del arte pop subraya la fe en el poder de las imágenes, los nuevos fetiches de las sociedades industriales de consumo. Sin embargo, a partir de la década de 1970, muchos de los pintores del movimiento decidieron abandonar el pop art a favor de un arte más directamente antisistema que desconfiaba de los iconos. 

A pesar de esto, el arte pop aún no ha dicho su última palabra y sigue siendo muy popular hoy en día. Los artistas contemporáneos también se divierten proponiendo una interpretación de los ídolos modernos.

En Artsper encontrará a grandes artistas del pop art contemporáneo, como Andy Warhol, Roy Lichenstein, Tom Wesselmann y David Hockney, así como cuadros pop art de artistas emergentes y de moda, como Jisbar y Spaco.