Spyk

Todo comenzó para Christophe-Gilbert Lequarré en 1990 con un viaje a Nueva York.

Mientras caminaba por las calles de “la gran manzana”, el joven de 18 años de Lieja descubrió el mundo del graffiti. Un encuentro impactante que le vino como una revelación. Tan pronto como regresó a Bélgica, adoptó el seudónimo de Spyk y salió a las calles para estampar su firma.

Spyk desarrollará gradualmente su estilo para imponerlo como una marca reconocible entre todos. Después de veinticinco años de práctica, la interpretación es más precisa y pulida, pero el artista ha desarrollado sobre todo una técnica única. De hecho, sus lienzos producidos a partir de pintura en aerosol, dan una interpretación casi fotográfica.

La luz, ya sea natural o artificial, aparece como un elemento central de su obra.