Robert Sgarra

Autodidacta, Robert Sgarra nació en 1959 en Grenoble. Vive y trabaja en el sur de Francia. Hijo de un inmigrante italiano, descubrió la pintura a los 13 años y desde entonces no dejó de explorar múltiples campos artísticos. Fascinado por cualquier forma de arte, se inspiró en Picasso , De Staël, Braque y Matisse para la pintura, pero también en Leonardo da Vinci y César para la escultura.

Este creativo insaciable, tanto escultor como pintor, posee una gran técnica dominada al servicio de una inspiración extravagante. Generoso en su expresión pictórica, imaginativo en sus esculturas, Sgarra puede confundir a algunos puristas ya que su obra es a su vez deslumbrante, tranquila, inesperada o más clásica.

El mago de la materia y el pintor inclasificable Sgarra revisita enérgicamente el arte pop y el espíritu colorista de Tan en obras ingeniosas y audaces. El artista varía formas y colores, según su estado de ánimo y su humor, siempre animado por la misma pasión. Durante los 90 realiza collages y acrílicos sobre piedra para personalidades como: Zidane, Luis Fernandez, Partick Viera, Baresi, Karpov, Pinna, etc… Unos años más tarde exploró otros soportes como el aluminio. Su trabajo se ancla luego en el arte pop y el arte callejero.

También encontramos en Sgarra el deseo de ser parte de un arte atemporal. Perpetuamente en busca de innovación, en busca de nuevos soportes, la impronta del pasado se acopla a formas originales incorporando nuevas técnicas que el propio artista desarrolla. Navajas, puzzles, sustituyen así al lienzo tradicional, en formatos más clásicos que no descuida.

Como perfecto director, se atreve con los colores al extremo: Robert Sgarra es un pintor de abundante creatividad, y nos regala una alquimia poco común que crea momentos emocionales indefinibles.