Pierre Auville

Nacido en 1968, Pierre Auville es un artista francés que explora tanto las cualidades estéticas como las posibilidades conceptuales de los materiales de construcción como el cemento, el hormigón y el acero. Nació en Le Havre, vive y trabaja en los suburbios parisinos. Auville estudió ciencias políticas e historia del arte. Su formación artística la realizó primero en el trabajo, pintando tablas de vela y cascos de barcos y luego interviniendo en el espacio urbano, con preferencia por los soportes atormentados, expuestos al desgaste del tiempo, los elementos humanos y las actividades. Luego siguió clases de artes plásticas, clases nocturnas y estudio de artista durante más de diez años. Auville exploró muchos campos diferentes antes de dedicarse por completo a la creación plástica. Fue brevemente periodista, oficial de la Armada francesa, trabajó en los servicios de emergencia de los hospitales y ocupó cargos directivos en varias industrias. Frotar y evolucionar en medio de materiales, superficies y ambientes radicalmente diferentes ha nutrido su inspiración. Su trabajo artístico evolucionó hacia la búsqueda de diferentes materiales, explorando todo tipo de posibilidades antes de detenerse en el cemento por su mineralidad y versatilidad. Su trabajo es una búsqueda del momento en el que el color y los materiales se fusionan y vuelven a su esencia mineral original. Este enfoque se nutre de la observación de pinturas rupestres, como las de Lascaux, que visitó de niño, caminos de cemento en regiones abrasadoras como el suroeste de Estados Unidos, fortines abandonados en el Muro Atlántico. El vocabulario artístico de Pierre Auville se basa principalmente en la abstracción geométrica, el Arte Povera y el Street Art. Auville trabaja principalmente con cemento de construcción tipo “Portland” compuesto de piedra caliza y arcilla. Utilizando técnicas de construcción y navegación, aplica cemento a paneles de espuma de alta densidad para crear obras de 1 a 8 metros cuadrados. Los colores apagados de sus obras proceden del propio cemento, al que no incorpora ninguna resina química para conservar sus características minerales. Obtiene una amplia paleta de blanquecinos, beiges, verdes y grises según la ubicación y época de la producción de cemento y mediante la adición de pigmentos minerales como la pizarra o el polvo de grafito. Los colores brillantes que utiliza a veces suelen ser acrílicos o pigmentos que se rocían mientras el cemento se seca, o aerosoles que luego se erosionan. Sus creaciones son frecuentemente erosionadas, ahuecadas, escarificadas o pulidas mediante diversos abrasivos mecánicos (lana de acero, papel de lija, raspadores, etc.) y mediante lavados intensivos. Luego se aplica una fina capa de barniz, para asegurar la protección de los materiales sin alterar su apariencia.