El amor, con sus pasiones que desafían la razón, es uno de los temas favoritos de los artistas. Porque es difícil hablar del sentimiento amoroso y porque a menudo la gente se queda sin palabras ante su gran amor, el arte como lenguaje es un remedio comprobado. Para expresar alegría o angustia, el arte permite al individuo exteriorizar sus emociones más profundas. Los artistas contemporáneos utilizan el amor como fuente de experimentación, a menudo utilizando sus cuerpos en representaciones, a veces dolorosas o humorísticas, con la meta de simbolizar la intensidad de una relación amorosa.
El amor es un tema muy común en la historia del arte contemporáneo. Quizá porque el hombre toma conciencia de las posibilidades infinitas que ofrecen las formas del cuerpo y el deseo. La artista contemporánea Louise Bourgeois retrata la intimidad de los cuerpos en su obra "Couple", que muestra a dos personas colgadas de un hilo invisible. Los rostros de la pareja están tapados, dejando al espectador la libertad de interpretar las emociones de los protagonistas. La postura de los dos protagonistas sugiere un abandono unificador entre ellos. La escultura está hecha de esponja que el artista ha cosido, arreglado, donde el amor había herido, desgarrado, engañado.
La pareja de artistas Marina Abramovic y Ulay ha cuestionado en su obra la fuerza del amor frente a condiciones adversas tan comunes como el tiempo y el espacio. En la actuación "Relation in time", los dos artistas simbolizaron su vínculo atándose el pelo en un mismo peinado. Estuvieron espalda con espalda durante 17 horas, su amor resistiendo la prueba del tiempo. Pero, cuando los pelos se desatan ¿es señal de que una relación amorosa no puede durar? ¿Es el agotamiento del deseo carnal simbolizado por la ruptura del cabello? En "Relation in space", los dos intérpretes invaden el escenario con sus cuerpos desnudos e inician una carrera uno frente al otro, puntuada por el choque de sus cuerpos, durante una hora, hasta que sus fuerzas desaparecen. El amor se ha agotado así, y la ternura de sus abrazos, tras haberse golpeado, no ha sobrevivido a la violencia de los enfrentamientos.
Así, el amor es una fuente inagotable de inspiración para los artistas, que siempre encuentran otras formas de simbolizar su interpretación y su experiencia. Si enamorarse siempre es complicado de revelar o expresar, el arte es una forma fácil y poética de declarar sentimientos. Laïco o sagrado, fraternal o conyugal, el amor une épocas, almas y nacionalidades. Y nuestras parejas de artistas, como Gabrielle Rul y Étienne Quesnay o Maud Chalard y Théo Gosselin, no lo negarán...
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