No todos los artistas empuñan un pincel. Los artistas abstractos se alejaron del realismo y, como era de esperar, de los métodos convencionales de creación de arte a principios del siglo XX. Esta postura vanguardista fue desarrollada por los artistas denominados expresionistas abstractos. Pensemos en Willem de Kooning mezclando pequeños guijarros con pintura gris o en Jackson Pollock agujereando el fondo de los botes de pintura y dejando que gotee mientras camina por el lienzo. Al desafiar las ideas convencionales sobre el arte, estos artistas podían trabajar totalmente en abstracto, y este enfoque también era evidente en sus collages. Al igual que sus pinturas, los collages de los expresionistas abstractos hacen hincapié en el color, la composición y la emoción. Mediante siluetas simplificadas, bloques de color cortados y pegados, y líneas pintadas que flotan libremente, los artistas añadían capas (literales) de dimensionalidad a su ya famosa estética. La obra de Robert Motherwell View from a High Tower (1945) demuestra perfectamente la capacidad del artista para mostrar la libertad combinando tela con papel rasgado sobre lienzo. En la actualidad, numerosos artistas han mantenido la tradición del collage, construyendo sus composiciones ensambladas a mano o empleando herramientas digitales para elaborarlas. En la colección de obras de collage abstracto contemporáneo de Artsper destacan Nadine Hardy, que deja que su material, los pinceles y la espátula guíen sus paneles de madera, y Nagsoul, que rechaza el pincel en favor del fuego y la tinta.
