Aprovechar la belleza del mundo, su misterio, su evanescencia sin dejarse encerrar por los dictados de las escuelas listas para pensar y listas para pintar, para vibrar con una vida que nunca se agota. Siempre me ha gustado viajar libremente, entre lo visible y lo invisible, para explorar otras tierras. La pintura al óleo antes, los pasteles secos por la finura de su grano y la fluidez de las tintas hoy, son los mejores compañeros en mi viaje artístico para traducir las variaciones del agua, el cielo, una criatura, incluso un sueño. La música -que escucho cuando pinto-, la poesía, el pensamiento y la danza marcan mi pintura en este viaje hacia la sonata insondable de la vida. Caminar hacia la diferencia para alcanzar el conocimiento de uno mismo como de los demás… sin tener miedo de cuestionar, de confundir, tomo varias encrucijadas.
Como un poema en imagen, mis pasteles ofrecen un punto de visión del soplo de vida que nos habita, un consentimiento a lo que es -incluso en lo más mínimo de la existencia- que traduzco no solo por la imagen creada (muchas veces inspirada en la naturaleza ) tanto como por el uso mismo de lo técnicamente más fugaz: el polvo pastel. En mis pinturas, "fijo" literal y figurativamente, el momento de una frágil visión de la cosa o de la existencia. “Aliento por aliento”.
Eva Klotgen
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