Presentación
Nacida en 1990, Adriana Oliver es más conocida por sus retratos planos, de inspiración pop, de hombres y mujeres sin rostro, que replican fotogramas de películas de las décadas de 1950 y 1960. Sus personajes, que pinta en bloques de colores apagados y que delimita con gruesos los contornos negros, carecen de individualidad porque el artista los reduce a los significantes de la masculinidad y la feminidad tradicionales. Oliver ha expuesto en Tokio, Taipei, Londres, Basilea y São Paulo. También ha colaborado con la marca de moda japonesa ADAM ET ROPÉ para crear prendas que reflejan sus imágenes distintivas. Oliver comenzó con la fotografía antes de dedicarse a la pintura, que según ella se presta mejor a los matices narrativos. Con su estilo despojado e inquietante, invita a los espectadores a reflexionar sobre cómo se construye el género.