KiKo

Manuel Fernández, alias KiKo, es un artista francés nacido en 1985 en Martigues, una ciudad cercana a Marsella, que inspiró el naranja ardiente que inunda muchas de sus obras.

KiKo siempre ha tenido gusto por el dibujo y la pintura . Dibuja mientras respira. Con un solo trazo asertivo, esboza las emociones que no pueden expresarse con palabras. KiKo construye así un universo imaginario donde la infancia, que suspende allí su vuelo, inspirará toda su obra.

En 2017, cuando decidió dedicarse a su pasión por el arte, eligió simbólicamente «KiKo», su apodo de infancia, como nombre artístico y ancló su enfoque artístico en estas palabras de Jean Genet: «Crear es siempre hablar de la infancia».

Su enfoque artístico es una búsqueda perpetua para crear la emoción definitiva que despierte al niño enterrado en cada uno de nosotros. Sus pinturas nos invitan a conservar el candor de la infancia. Y si los nombres de grandes marcas aparecen aquí y allá en sus lienzos, es para interrogarnos mejor sobre estos niños que proyectarán en la edad adulta la melancolía de una infancia robada.

Digno heredero de los artistas del Pop/Street Art , es sin embargo Amedeo Modigliani y su capacidad de transmitir el alma detrás de la modelo lo que mueve a KiKo.

Su técnica muy personal y su sentido de la perfección completan su ADN artístico. KiKo dibuja con carboncillo, a mano alzada sobre el lienzo, en la urgencia de la creación. Cada dibujo es único, el artista rechaza el uso de plantillas. Es con pintura en aerosol y pintura proyectada que crea, con extremo cuidado para preservar el diseño, sus sublimes fondos en colores a menudo primarios. Sobre el boceto a carboncillo, luego entinta y repasa cada línea de carboncillo con el pincel con tinta china.

Si KiKo acaba sus lienzos con una capa de resina que les confiere un brillo ultrabrillante es para recordarnos que lo esencial se encuentra siempre bajo el barniz de la apariencia.