Dalva

Psicóloga de formación, apasionada por mi trabajo, dedicando mi vida a servir a hombres, mujeres y niños en el camino del cambio, incluso de la sanación, siempre me dije al entrar en la universidad que había perdido las manos por la mente.

A los 50 años decidí tomar clases de pintura con Boris Foscolo, pintor y profesor de pintura de Rennes, durante dos años para adquirir las bases de las técnicas pictóricas. Este medio de comunicación me fascina y, como no podía ser de otra manera, empiezo a producir, producir... sin saber realmente lo que hago. Hoy puedo decir que todas mis creaciones evocan mi mundo interior (solo hablamos de nosotros mismos) y mis recuerdos. A través de esta galería, comparto con ustedes una parte de mi recorrido personal. Las imágenes que he conservado de mis diversos viajes me llevan intuitivamente, incluso inconscientemente, a tomar mis decisiones cromáticas y a utilizar este o aquel medio, desde el óleo hasta el acrílico, con una apariencia muy suave o, por el contrario, granítica. Pinto con el corazón y las emociones, y a menudo me sorprende vincular esta "creación" con una etapa de mi vida.

En 2024, decidí inscribirme en clases de grabado. ¿Por qué? ¿Estará relacionado con este maravilloso encuentro con Molitz en Mulhouse, en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ART3F? Es difícil saberlo. Siempre me ha fascinado el mundo animal, especialmente los mamíferos, así que era obvio que empecé a grabar animales y a añadir mi toque personal. Hoy, todas mis creaciones contribuyen enormemente a encontrar una armonía interior, un equilibrio entre mi mente y mi cuerpo.