Dima Gorban

Dima empezó a pintar a temprana edad, a los siete años. Inmediatamente se enamoró de todo lo relacionado con el arte, y el hecho de que su hermano mayor, Michael, cinco años mayor que él, también haya sido pintor desde que Dima tiene memoria, no hizo más que avivar la llama de su entusiasmo.

Dima nació en la ex Unión Soviética en 1961 y se mudó a Kishinev con su familia cuando tenía tres años. Comenzó sus estudios de arte a los diez años en la Escuela de Arte de Kishinev y recibió un premio por ser el artista joven más prometedor de la escuela. En 1980 Dima completó sus estudios en la Escuela Superior de Artes de Pintura de Kishinev y comenzó a mostrar su trabajo en exposiciones colectivas por toda Moldavia. Pronto llegó también a Moscú y dos de sus bocetos se exhibieron de forma permanente en el Departamento de Dibujo de la Academia de Cine de Moscú. Terminó sus estudios formales en 1989 en la Academia de Pintura de Lviv, a la que también asistió su hermano.

En 1990, Dima y su familia emigraron a Israel. Al principio, la vida fue dura y Dima se ganó la vida como diseñador gráfico para un conocido fabricante textil. No tardó mucho en convertirse en un nombre destacado en el sector y las camisetas con sus diseños se vendían en numerosos países.

Pero después empezó a añorar su primer amor, la pintura, que había descuidado durante muchos años. El rotundo éxito de su hermano mayor Michael, que entretanto había sido reconocido como uno de los jóvenes artistas más destacados de Israel, también animó a Dima a volver a sus raíces artísticas.

En los últimos años Dima se ha dedicado por completo al arte. Su estilo único y preciso, sus pinturas de interiores y, sobre todo, sus composiciones modernas con sus característicos colores atrevidos, su profunda afinidad por el vino que emana del lienzo, han cautivado a los amantes del arte en galerías de todo el mundo.