C215

C215, un nombre misterioso que puede referirse tanto a un color pantone como a una fórmula química. Pero detrás de este nombre en clave se esconde de hecho uno de los actores del street art más influyentes de Francia. Christian Guémy, alias C215, nacido en Francia en 1973.

Es en 2006 que el artista se suscribe a la práctica de la plantilla y el grafiti, una actividad que no lo abandonará jamás a partir de ese momento. Se forma en historia y en economía, deseando moldearse un perfil de humanista de los tiempos modernos, y avanzará progresivamente hacia la Historia del arte a partir de entonces. De este recorrido nacerá una fascinación por la obra de Caravaggio. C215 busca transcribir el brillo y la belleza de estos clásicos del arte en nuestras ciudades actuales. Para ello, tomará posesión de las paredes de su ciudad, en Ivry-sur Seine, y pintará obras oníricas y coloridas.

El detonante para él fue una pena de amor. Se separa de su esposa y no puede ver crecer a su hija de 4 años día tras día. Decidido a demostrarle que, a pesar de todo, piensa en ella a diario, realizará un dibujo de su exmujer y luego de su hija Nina en una fachada de su barrio. Un evento que marcará el inicio de su carrera como pintor urbano.

Su hija, y más en general el universo de la infancia, estarán entre sus temas de predilección, siempre presentes en su obra, pero C215 abordará otros temas más universales. Siempre desde una perspectiva humanista, se interesará por los marginados, dejados de lado en la sociedad para hacerlos destacar en el espacio público. Los anónimos se convierten en los protagonistas de sus plantillas. También toca imaginarios más ligeros y disfruta dibujando parejas enamoradas o animales, en particular gatos.

Las obras de C215 son principalmente de tamaño humano para estar lo más cerca posible de la realidad y de los transeúntes, con la excepción de algunas creaciones murales más imponentes. Surgirán colores relucientes y una iluminación especialmente trabajada. Percibiremos el carácter de sus modelos a través de las líneas y expresiones que se representan. Los rostros cobran vida y soplan un viento de poesía sobre la ciudad.

Para el artista, el street art debe fusionarse con su entorno, dialogar con los elementos que lo componen y demostrar un verdadero esteticismo. Su primera referencia no es otra que Ernest Pignon Ernest, figura tutelar del arte callejero en Francia.

Desde entonces, su trabajo ha ido más allá de la capital y sus suburbios y se ha extendido por todo el mundo, tanto en las calles como en los museos. Se puede reconocer por su firma gráfica, que simboliza un cubo en el que está inscrito su blaze (nombre o firma de un artista callejero) C215. Más recientemente, las obras de la exposición "SLAVA UKRAINI" del artista callejero se expusieron en la Asamblea Nacional, el Ayuntamiento del distrito 13 y el Ayuntamiento de París Centro durante el mes de marzo de 2023. Artista comprometido, C215 presentó sus obras realizadas en Ucrania en 2022 para denunciar la invasión rusa.