Eric Moore

La historia de Eric Moore no comienza como la de muchos artistas consagrados. A diferencia de muchos de sus compañeros artísticos, Moore no ha dibujado ni creado arte desde que era joven. Comenzó a dibujar y pintar cuando tenía poco más de veinte años después de inspirarse en los pintores en vivo que veía en festivales de música y arte mientras estaba en la universidad.

Casi 10 años después, en 2019, Moore comenzó a dedicarse a tiempo completo al arte. Amplió el alcance de su interés artístico más allá del estilo artístico visionario que era común en el mundo de los festivales en el que surgió. A lo largo de 2019 y 2020, exploró nuevos estilos y desarrolló un vocabulario visual contemporáneo que estaba imbuido de temas recursivos como la abstracción geométrica, minimalismo y pintura de campo de color.

Este nuevo cuerpo de trabajo se centra en la capacidad emotiva del color a través de la interacción del color, la luz y la línea. Las pinturas contemporáneas de campos de color de Moore implican grandes franjas de gradaciones saturadas que pasan sin problemas de un color al siguiente, así como secuencias de bandas de color concéntricas que exploran la relación multifacética entre el color, la belleza y el espectador.

A nivel teórico, Moore favorece el impacto emocional de la estética sobre el contenido cerebral. Su objetivo es afectar a los espectadores de forma visceral más que cognitiva. Su trabajo encarna un espíritu minimalista que no intenta hacer referencia a nada externo. Al trascender nuestro lenguaje común, Moore está creando el espacio para una experiencia contemplativa de pura subjetividad y abstracción. En última instancia, el objetivo principal de Moore es simplemente provocar un sentimiento de belleza.