En el marco de la Bienal de Arquitectura de Venecia, la Galería 193 se complace en presentar Bricks and Grids, una exposición conjunta que presenta las nuevas obras de Zoila Andrea Coc-Chang y Modou Dieng Yacine, comisariada por Miriam Bettin.
Los elementos arquitectónicos de los ladrillos y las cuadrículas pueden interpretarse tanto estilística como metafóricamente como estructuras o patrones. Los ladrillos pueden evocar un ambiente lúdico, como se aprecia en los juguetes infantiles más populares, y aparecen en diversas disposiciones dentro de las paredes, donde se superponen para proporcionar resistencia. Colocados en filas y apilados uno sobre otro, los ladrillos encarnan la cuadrícula a través de sus patrones modulares y repetitivos. Los muros de ladrillo tienen dos funciones esenciales: proporcionar estructuras y dividir el espacio. Como superficies verticales, construyen refugio, ofrecen protección, organizan el movimiento (social) y crean una sensación de hogar, a la vez que manifiestan estructuras de control, autoridad institucional y límites territoriales.
Mientras Modou Dieng Yacine examina los rastros de la historia negra en Venecia a través de sus pinturas fotográficas de entornos sociales y arquitectónicos, Zoila Andrea Coc-Chang deconstruye los sistemas económicos de poder mediante sus tejidos escultóricos elaborados con frutos secos, residuos de alimentos y materiales sintéticos. A pesar de los distintos enfoques mediáticos de ambas obras artísticas, ambas revelan elementos estructurales y repetitivos subyacentes: las baldosas a cuadros del estudio de Modou en Chicago y el espacio de la galería en Venecia; los patrones entrelazados de Zoila con chiles secos, cáscaras de fruta e hilos de organza, y los envoltorios de alimentos que trazan las interconexiones entre Asia y América a través de la migración y el comercio transpacífico de alimentos.
Nuestra ceiba (2022-2025), la obra site specific de Zoila Andrea Coc-Chang, una cortina colgante hecha de chiles secos, frijoles negros, huesos de aguacate, jade y cuentas de vidrio, divide —o más bien estructura— el salón de recepción de la antigua farmacia en Dorsoduro, Venecia. Cabe destacar que, según Gottfried Semper, arquitecto y crítico de arte alemán, «el arquetipo del muro es una partición ingeniosa y tejida», una «tela colgante de la tienda o pabellón temporal».
«Los muros sólidos —de barro, piedra, madera, ladrillo— que complementaron estas barreras temporales llegaron solo más tarde, argumentaba Semper, para hacer permanente el logro del muro temporal, que definiría a la comunidad mediante una membrana simbólica». Semper concluye que «el muro tejido es un facilitador de la civilización; el grueso muro estructural, simplemente un defensor de ella…».
Leer más