Synchrodogs

Desde 2008, Tania Shcheglova y Roman Noven, ambos artistas ucranianos, trabajan juntos en la construcción visual de una nueva realidad que han materializado en un proyecto artístico total: Synchrodogs. Cada nueva imagen traspasa los límites de los medios y disciplinas artísticas. Su trabajo en constante tensión juega entre la realidad y la ilusión, entre lo natural y lo artificial, entre lo obvio y lo desconocido. Synchrodogs es definitivamente inclasificable. En un momento en el que las imágenes generadas mediante herramientas de inteligencia artificial están invadiendo la web, un vistazo rápido a su producción podría inducirnos a error. Sin embargo, los dos artistas no esperaron la llegada de esta tecnología para desafiar la realidad. Llevan quince años creando su propia realidad. La única inteligencia que encontrarás en sus creaciones es la humana, la artística, la falible. Sería ilusorio considerar la creación de Tania y Román únicamente desde el ángulo de la fotografía. Su proceso artístico es total, mientras que sus obras, repletas de referencias a los principales movimientos artísticos del último siglo, los sitúan definitivamente en la continuidad de la escritura de nuestra historia del arte.

Synchrodogs es ante todo una obra performativa. El dúo ha desarrollado una técnica de meditación que ha sido una parte integral de su proceso creativo durante unos diez años. Hoy logran capturar un momento sutil entre la vigilia y el sueño, luego escriben lo que acaban de presenciar en su somnolencia, antes de recrear estas visiones a través del arte. Sus fotografías son en realidad escenificaciones de sueños nocturnos y visiones provenientes directamente de su subconsciente. Trabajar con su subconsciente artístico es para ellos una forma de tener acceso a la fuente de creación más original y pura. La performance también se manifiesta en su constante búsqueda de lugares salvajes en los cuatro rincones del planeta. Al sacar el cuerpo de su espacio de confort, el dúo pone en práctica la capacidad del cuerpo humano de superar perpetuamente los límites de su hábitat natural. Synchrodogs es también una oda al cuerpo como motivo estético. Se desnuda, sin sexualizarse. La piel desnuda de las modelos no parece sensual, sino más bien vulnerable. Define las formas de los cuerpos y se deja enterrar bajo diferentes materiales, tanto naturales como artificiales. Convertidos en simples sujetos, los hombres dejan de ser depredadores y se mezclan con los elementos, volviéndose uno con el planeta.

La práctica de Synchrodogs podría ser una continuación del Land Art, un movimiento artístico surgido a finales de los años 1960 en Estados Unidos, que considera la Tierra y el paisaje como materiales primarios y superficies de inscripción. En realidad, lo deconstruyen, desentrañan el saber hacer del siglo anterior para ofrecer una versión contemporánea alineada con los desafíos de nuestro tiempo. Su trabajo documenta a través de imágenes las nuevas formas que toma la Tierra como resultado de las intervenciones humanas en los procesos ambientales. En “Inner Garden", la pieza presentada en la exposición UNDER-expo, la figura central es un ser humano capaz de encontrar la armonía en la naturaleza, a través del escape y el autoexamen. La obra fue creada en los Cárpatos de Ucrania, un lugar de Un poder que aún está en constante transformación debido a la intrusión del hombre en la naturaleza. Synchrodogs es un llamado a la responsabilidad colectiva. A medio camino entre el sueño y el llamado a una vida humana más respetuosa con el planeta que lo acoge, Synchrodogs crea un arte de un nuevo género. : "surrealismo ambiental".