Bernard Saint-Maxent es autodidacta, lo que le permitió seguir sus propias ideas en la elección de los materiales e integrar todo tipo de elementos nuevos en sus creaciones. Su trabajo actual gira en torno a las travesuras de un personaje esbelto y omnipresente con alegría de vivir. Da movimiento y vida a sus esculturas. Su inspiración proviene de las escenas burlescas de Buster Keaton y Charlie Chaplin, de la actualidad a la publicidad, de las contradicciones de la vida moderna y de sus propios delirios. Aunque los temas que aborda no siempre te hacen sonreír, están tratados con humor y alegría de vivir. Se esfuerza por atraer la atención y luego la reflexión. Cada escultura es diferente y “única” porque no hay fundición. Están creados con una estructura de metal alrededor de la cual modela con resina y luego aplica un barniz. Al día siguiente aplica dos capas de pintura bronce y al otro día termina con una pátina que parece bronce. ¡Las especificaciones se hacen por separado! Luego, la escultura se fija al aluminio para colgarla en la pared. Bernard cree que el arte debe ser ligero y producir placer.
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