

Biografía
Me interesa explorar los límites de la pintura y reducir el medio a su esencia: color, luz y forma. Intento ofrecer al observador un espacio donde pueda perderse y donde la experiencia y la percepción subjetivas completen la pintura. Siempre es más una pregunta que una respuesta. — Ch. Schrein
Christoph Schrein es un pintor alemán nacido en 1980 que vive y trabaja en Leipzig, Alemania. Explora lo sublime en la pintura. En sus pinturas, crea un espacio contemplativo que sumerge al observador en una vorágine óptica. A partir de influencias del arte minimalista, la nueva escultura británica y las tendencias actuales del arte generativo, Christoph Schrein ha desarrollado una imaginería propia que se posiciona en la pintura abstracta contemporánea. Sus obras se asemejan a paisajes abstractos, un espacio físico que, gracias a las ondulantes corrientes de color y los fluidos movimientos, crea una composición compleja y una ilusión tridimensional. A lo largo de los años, experimentó con numerosos sustratos nuevos para la pintura, como el aluminio dibond o el vidrio. Las características del vidrio, por ejemplo (transparencia y superficie plana), permiten y también exigen el desarrollo de nuevas técnicas y diseños. Aplicar color a ambas caras del vidrio supone un desafío perceptivo. Debido a la separación espacial entre ambas caras, la luz se refracta, expandiendo el efecto tridimensional. Dependiendo del ángulo de incidencia de la fuente de luz y de la posición del observador, la percepción espacial y cromática varía. Así, la imagen se transforma en un objeto luminoso. Parece brillar de adentro hacia afuera, como si comenzara a respirar. Estas obras surgen de un proceso reflexivo-dialéctico que consiste en comprimir el color, la forma y las estructuras espaciales. Capa tras capa, los gestos artísticos se superponen para acercarse a la imagen final. Sin embargo, el enfoque no se centra en el proceso expresivo, sino en el espacio artificial de la imagen, que habla por sí mismo y oculta la intervención previa del artista. La obra de arte parece haberse desarrollado por sí sola, lo cual también constituye su fuente de suministro. Las pinturas de Schreins invitan al diálogo sin dar respuestas, cuestionan la esencia de la pintura y crean un espacio para la experiencia subjetiva.