

Biografía
Éléna Salah despliega así su mirada sobre las ruinas del mundo. Al cuestionar sus orígenes y su destino, trabaja sobre los procesos de recuerdo, sus motivaciones y la necesidad de transmisión. Lo primero que llama la atención es el contraste entre la ligereza, la economía de las formas y la seriedad de los temas tratados. Coloca claramente el acontecimiento traumático, la tragedia, en la raíz de nuestra experiencia, y la arquitectura, el monumento, el lugar, como prueba y símbolo de la catástrofe. Lejos de la tentación romántica y sus representaciones fantasiosas, el artista elige un modo específico de presencia en su relación con la historia. Sus viajes por Sicilia, Japón, Argelia son búsquedas y espacios concretos de su acción, cuyo estatus poético promete la transformación del caos en arte, sutil, sensible, modesto. Los paisajes ya no son un espectáculo pintoresco sino una realidad de la que puede surgir significado. Prefiere que sean vacíos, improductivos, que hablen del lugar de su desaparición y devuelvan a los supervivientes a la angustia de la responsabilidad.
