

Biografía
Julien Barriol trabaja con una forma de escritura asémica que es única para él. Se inspira en formas simples y geométricas, así como en signos que se encuentran en antiguas escrituras, libros, películas e incluso videojuegos. Este lenguaje gráfico forma un reflejo de escrituras tradicionales o imaginarias, permitiendo que la comprensión de la obra se realice a través de la intuición estética y del soporte que la transporta.
El objetivo es convertir al espectador en una especie de arqueólogo, incitándolo a reflexionar sobre lo que ve. Símbolos pintados en rojo aparecen detrás de las grietas de una pared decrépita. Vestigios de trazos son erosionados por las olas en una playa durante la marea baja. En las páginas de un viejo grimorio, entre un conjuro y un remedio casero. Se utilizan una variedad de soportes: grabado, pintado, esculpido… pero siempre incrustados con estas letras.
Este lenguaje desconocido y no verbal está abierto a cualquier interpretación. El espectador es libre de elegir el significado que prefiera: un lenguaje olvidado de tiempos antiguos, una escritura mística y mágica, glifos de otro mundo o símbolos del confín del universo...