Frédérique Fabri

Pintora afincada cerca de Chartres, Frédérique Fabri eligió el expresionismo abstracto para encarnar las sensaciones y pensamientos que la animan ante el espectáculo del mar, los océanos y los ríos. El olor a espuma de mar, el sonido de las olas, el murmullo del agua en las conchas y el fondo del océano son sus fuentes de inspiración. Mar, Coral, Flora y Submarino, Color, Brillo, Oro… Estas palabras ilustran su pintura.

En 1999, fue el descubrimiento de las obras de Mark Rothko, sus grandes formatos coloridos con superficies móviles en el Museo de Arte Moderno de París, lo que le guió hacia el acrílico y los grandes formatos. La fluidez de las pinturas de Jackson Pollock también la inspiró mucho.

Intenta transmitir con su pincel ese universo interior donde se combinan su asombro, su búsqueda de armonía y apaciguamiento ante los elementos líquidos de nuestro planeta. Utiliza principalmente pintura acrílica y tintas sobre lienzo de lino, mezclando en ocasiones otras técnicas, resina, láminas gráficas, con un trabajo imprescindible sobre los colores, respetando las formas ondulantes y los estallidos coloridos de las profundidades submarinas para equilibrar sus composiciones. El pan de oro está por todas partes en sus lienzos, como una firma chispeante, un recuerdo de las joyas y del latón cincelado de los mercados de su infancia pasada entre Marruecos y España.