Sophie Roy

Mis paisajes buscan captar la particularidad de una luz. El de noche exalta la sonoridad de los colores y me permite jugar con los contrastes acentuados entre las zonas de sombra y luz. El juego de reflejos en el agua es también fuente de inspiración y ensoñación, para ser contemplado y pintado. La superficie del agua transforma lo que hay encima en áreas planas abstractas y a veces fantásticas. Los elementos del paisaje, particularmente los árboles, los cielos y el agua, me traen esa sensación de respiración amplia que busco representar.

Los objetos que me rodean, a veces los más banales, también me interesan, a través de sus reflejos y sus materiales. Mi pintura capta escenas de objetos, pero también cosas que no miramos, las de la vida cotidiana, como un lavabo por ejemplo. El término “naturaleza muerta” que utilizamos comúnmente no me satisface: prefiero hablar del silencio habitado de las cosas (fue Aragon quien dijo esto de Matisse). Los objetos tienen ese poder mágico de crear una atmósfera, y eso es lo que busco transmitir en la pintura. Mi trabajo también pretende restaurar el diálogo entre objetos a través del reflejo del color en sus superficies, la forma en que capturan la luz y crean brillos y sombras sutilmente coloreados.

La pintura al óleo, un material sensual, es mi técnica favorita, porque permite una combinación sutil de colores y efectos de transparencia que no se encuentran con otras técnicas.