Umberto Romano

Nacido en las afueras de Nápoles, Italia, Umberto Romano y sus padres emigraron a los Estados Unidos cuando él era un niño y se establecieron en el oeste de Massachusetts. El interés de Romano por el arte comenzó a los cinco años y a los nueve ya pintaba. Su aceptación en la Academia Nacional de Diseño de la ciudad de Nueva York en 1922 marcó el comienzo de su carrera como artista profesional. Romano ganó prestigiosos premios, incluida una beca de viaje Pulitzer, que le permitió viajar por Europa, estudiar a los maestros y crear las bases de su enfoque clásico de la pintura. Su primera exposición individual se llevó a cabo en las Galerías Rehn de la ciudad de Nueva York en 1928, cuando sólo tenía veintidós años.

Romano estableció un estudio en la ciudad de Nueva York en 1932. Durante este período, el artista se basó en su formación formal y su trabajo se inspiró en temas clásicos, a menudo con un toque contemporáneo. La religión, la mitología, la leyenda y la historia fueron los marcos a partir de los cuales Romano construyó alegorías modernas para explorar la condición humana.

Romano ha sido etiquetado como "expresionista", "expresionista abstracto" y "modernista clásico". Sin embargo, su trabajo desafía la categorización. El propio Romano evitó tales clasificaciones y creía que "no importa bajo qué título se clasifique mi obra, siempre seguirá siendo una experiencia personal sincera, sentida emocionalmente e intelectualmente controlada". Añadió que "el artista se pone en cada pintura que hace. Es una especie de filtro. Pinta lo que ve, pero siempre está filtrado a través de su alma".