El carácter estático del arte callejero desde sus inicios en las décadas de 1960 y 1970 en Filadelfia y Nueva York ha permitido que el movimiento evolucione hacia representaciones artísticas que se enfrentan al espectador mientras marcan los espacios públicos. Pero, ¿qué ocurre cuando el arte callejero incluye una representación de la figura... o incluso del espectador? Podría decirse que el género del arte callejero figurativo está ahora dominado por artistas como Banksy, que utilizan contornos gruesos y representaciones casi cómicas, o animadas, de la figura como tema. Cuando la cultura pop se une al arte callejero, reconocemos fácilmente a los personajes (como en las obras de Jimmy C). Pero la figura en el arte callejero -sea reconocible o no- capta la mirada del espectador, que en última instancia se ve a sí mismo en la obra. Si se adentra en nuestra propia selección de obras, encontrará artistas callejeros franceses como Sufyr, que consigue captar la emoción de sus sujetos manteniendo sus expresiones. También se encontrará con la obra de Miss.Tic: considerada inicialmente una artista ilegal por hacer plantillas en las paredes parisinas en los años 80, ha sido aplaudida retrospectivamente como una feminista icónica y eterna, que utiliza el arte figurativo para jugar con las miradas y los pensamientos de los transeúntes.
