Cécile Trousse

"Pinturas relajantes con líneas limpias para reconectarte contigo mismo y con la belleza de nuestro mundo".

El camino de mi vida no comenzó sólo con alegría y buen humor. Pronto, la enfermedad y la muerte golpearon a nuestra familia. Hoy, a pesar de las dificultades que enfrenté en el pasado, me siento orgulloso de la persona en la que me he convertido y agradecido por la vida que llevo actualmente. A los cuarenta años experimenté un renacimiento. Encontré el amor, tengo una hija adorable y la pintura me permitió encontrar un equilibrio interior fabuloso que deseo para todos.

Cuando pinto, me siento vivo. Cuando creo, me invade una energía muy particular que me aporta tranquilidad y una inmensa felicidad. Me siento en paz con el pasado, feliz con el presente y confiado en el futuro.

Hoy creo firmemente que la felicidad es un estado de ánimo. Depende de nuestra capacidad de ver la belleza donde está: la belleza de la naturaleza, la belleza interior de las personas, la belleza revelada por la música, la pintura, la danza... Todo es una cuestión de mirada, de punto de vista de la vida.

Me gusta pintar paisajes semiabstractos llenos de serenidad así como composiciones más abstractas inspiradas en la belleza de la naturaleza. Busco armonía de colores y formas antes de integrar más elementos gráficos, collages o dibujos inspirados en el mundo vegetal, minerales, etc.

Mis pinturas son el resultado de un proceso creativo durante el cual me permito dejarme llevar y expresar todas esas emociones e imágenes que están grabadas en mi mente. Es como una ventana abierta a mis sentimientos y que muestra quién soy.