Gérard Escougnou se dedica desde hace quince años a su pasión: la pintura abstracta. Lanzado en cuerpo y alma en esta búsqueda artística, Gérard Escougnou afirma ser un autodidacta ansioso por sacudirse los grilletes y los clichés que todo academicismo transmite. Su lenguaje corporal vigoroso e instintivo ciertamente se alimenta de la Escuela de Nueva York y del expresionismo abstracto, pero sobre todo denota una búsqueda frenética de libertad e intensidad. En sus obras se manifiestan movimientos amplios y espontáneos. Exudan una gran vitalidad, una fuerza bruta que evoca la personalidad misma del pintor. Desde entonces, su pintura se abre, se airea, se purifica, sugiriendo para Escougnou la edad de la madurez artística. Descubrimos ahora composiciones más estructuradas, en colores alegres, simplificadas y geometrizadas. Gérard Escougnou fue el galardonado en 2011 de la Fundación Colas.
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