Sandrine Langlade

Nacida en Reunión, Sandrine Langlade realizó su primer curso de pintura en el Jardín del Edén a la edad de 6 años. Desde ese día, nunca ha dejado de pintar.

En 2004-2005 pasó un año en Brasil, donde expuso por primera vez sus pinturas en el café MARGS – Museo de Arte de Rio Grande do Sul, en Porto Alegre. Tiene 21 años, vende casi todos sus cuadros y se da cuenta de que se puede vivir del arte.

Se hizo entonces dos promesas a sí misma: terminar sus estudios en París (donde obtuvo su doble Máster en La Sorbonne y Sciences Po en 2008) y algún día convertirse en pintora a tiempo completo.

En 2009 comenzó a exponer en París y, una cosa llevó a la otra, participó en su primera exposición internacional en 2016 en Barcelona (España).

En 2017 abrió su estudio en La Haya (Países Bajos) y amplió su alcance internacionalmente, exponiendo en Alemania, Suiza, Italia, Luxemburgo, España, Colombia, etc. y participando en reconocidas ferias de arte contemporáneo en Estados Unidos: Art Expo New York en 2018, Spectrum Miami en 2017, 2019, 2023.

En 2018, en Italia, ganó dos premios internacionales de arte: el Homenaje a Tiziano en Venecia y el Leonardo da Vinci en Florencia.

En 2019 en Estados Unidos, creó una obra pública (pintura en vivo) durante la feria de arte contemporáneo Spectrum Miami. Una semana después, ganó el premio del público en la exposición de arte MIA-RUN organizada por ARPAC en la Isla Reunión.

Sandrine Langlade está casada y es madre de dos hijos. Recientemente trasladada a la región de Toulouse, donde se encuentra su estudio, continúa exponiendo regularmente en Europa, Estados Unidos y América Latina.

Un universo espiritual intenso y poderoso.

Sandrine Langlade, francesa de origen de la Isla de la Reunión, se instalará en Tournefeuille, Toulouse, en septiembre de 2023. Expone en Europa (París, Venecia, Florencia, Berlín, Roma, Barcelona, etc.), en Estados Unidos (Nueva York, Miami) y en América Latina (Porto Alegre, Bogotá, Brasil).

Su estilo pictórico se sitúa en la encrucijada de la abstracción lírica y el expresionismo. Ella utiliza su dominio de los colores para servir al contraste y a la luz, en un estilo único y fácilmente reconocible. Trabaja con materiales a través de mezclas y yuxtaposiciones, creando composiciones asimétricas que encuentran su equilibrio en el juego de fuerzas opuestas y complementarias. Todo resuena con poder.

Sobre un fondo de sinestesia, los colores cobran vida. Cada creación desprende una fuerza particular, nacida de la combinación de tensiones violentas y suave armonía. Se refuerza la unidad que reina en cada obra.

Su planteamiento cuestiona el concepto de finitud, que el artista ha explorado desde sus inicios. La infinidad de posibilidades, de contornos, de temas, de campos de acción, de composición, de líneas. Un concepto estrechamente ligado a su visión, a su concepción de la existencia y a sus elecciones de vida.

La artista se inspira en su isla natal y en su vida cotidiana, utilizando su creatividad para transcribir las emociones y sensaciones que experimenta a diario. A lo largo de los lienzos, ensayos, errores, estudios, bocetos, etc., una pregunta esencial está en el centro de su obra:

¿Cómo puedo plasmar lo que percibo en una obra de arte que sea poderosa, espiritual, impactante y reveladora de la infinitud?