Benoît Guérin

Autodidacta, Benoît Guérin adopta un enfoque decididamente abstracto, donde colores y materiales se encuentran en un impulso instintivo y espontáneo. Su proceso creativo, marcado por la urgencia, alterna entre la construcción, el borrado y el reinicio.

"El tema de mis cuadros aparece a menudo a pesar mío, me dejo arrastrar por el material."

Trabajando principalmente en acrílico, a veces combina tintas y manchas de nogal, mezclando los colores directamente sobre el lienzo. Pintando sobre el suelo, se sumerge físicamente en la creación, donde cada gesto – raspado, aplastamiento, proyecciones – da origen a obras vibrantes y texturizadas.

El negro, omnipresente en sus composiciones, esculpe la luz y revela contrastes sorprendentes. Inspirado por figuras como Soulages, Marfaing y De Staël, Benoît explora un claroscuro cautivador, donde la materia y la emoción se unen.

Enraizados en la abstracción, sus paisajes también ofrecen una visión transformada de la realidad. Los colores se combinan o chocan para crear nuevas sensaciones.

Instalado en Vouillé, en Deux-Sèvres, se inspira en el placer singular e irracional de la pintura: "Déjate llevar por tus propios sentimientos, como yo me dejo guiar por la materia". Cada lienzo se convierte en un espacio de libertad, abierto a interpretaciones personales.

Benoît ha expuesto en numerosas ferias y ha recibido varios premios.

Su arte, en constante evolución, refleja una búsqueda de equilibrio entre el instinto y la reflexión, siempre impulsado por el deseo de renovarse.