Thomas Hagen

Los retratos de Thomas Hagen de los elementos, las sustancias químicas y la materia biológica son cristalinos en su resonancia profundamente detallada. La tierra, el fuego, el agua, incluso el aire y el éter son representados y venerados por su poder, ya que existen en constante emergencia dinámica. 

Las reacciones químicas chisporrotean y se coagulan en piezas como Color Flow, mientras que las oleadas de humo llenan un vacío oscuro en Black Smoke, con fuego debajo y un trozo de carbón negro.

Como artista neurodivergente, Hagen es capaz de abordar su tema de una manera realmente significativa y única. Hagen expresa multitudes y matices estratificados al ser testigo de intrincados procesos y capturarlos en impresiones de metal blanco (una meta-comprensión propia que señala que la fotografía es un proceso químico y elemental que utiliza componentes químicos que reaccionan a la luz). 

A través de su obra, Hagen demuestra que el mundo está vivo: el flujo molecular constante es la base de la existencia; y la obra de Hagen es profundamente existencial. Inspirado en la antigua filosofía griega, que define los cinco elementos -tierra, aire, fuego, agua y éter-, Hagen pretende dar vida a las prácticas científicas consagradas de la investigación, el testimonio y el descubrimiento.

Hagen vive en Amana, Iowa, y trabaja en Homestead, Iowa, donde disfruta realizando diversos experimentos.