

Biografía
La cerámica de Mathilde Le Mancq evoluciona en torno a la imagen. Pinta rostros de hombres y mujeres inspirándose en fotografías o películas que mezcla con sus propios personajes y motivos.
Esta trama de retazos se ensambla como una tira cómica, sin narración, puntuada por frases que sirven como pistas o pensamientos secretos para estos seres a menudo disparejos.
Cada pieza es un todo que también se puede valorar caja por caja. El artista invita al observador a proyectarse en su universo y dejar volar su imaginación.
Mathilde Le Mancq estudió en la Ecole du Louvre y en el Instituto Superior de Artes Aplicadas, luego se formó en cerámica con varios artistas y en la Royal Danish School of Design. Expone desde 2016.
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