Patrice Tabouret

Pi y sus inicios

Pi, nació en Troyes, en Aube, el 14 de noviembre de 1967. Nacido en una familia de creadores, descubrió muy pronto el mundo del arte, donde conoció a pintores y escultores de la región de Provenza y de toda Francia. .

Luego descubrió su talento y comenzó a coquetear con lo que luego se convertiría en su única pasión: la pintura. A lo largo de este proceso de aprendizaje es fundamental el descubrimiento de diferentes estilos y técnicas, comienza con la pintura clásica y luego adopta un estilo más contemporáneo específico del expresionismo abstracto y el arte pop.

Pi el medio del espíritu de la naturaleza

La experiencia de convivencia con los llamados pueblos primitivos de América le permitirá cuestionar su visión antropocentrista del mundo, para él el hombre no es el centro del mundo ni la naturaleza está al servicio del hombre. Aprende de estos sabios que el hombre y la naturaleza están en simbiosis y también aprende a meditar, a expresar, a interpretar a través de sus abstracciones los mensajes que nos envía la naturaleza, Pi con su arte abstracto se convierte en una especie de medio pictórico a través del cual el espíritu de esta naturaleza se expresa. Este lenguaje no verbal pero sensible a través del cual el hombre y la naturaleza se comunican.

La abstracción es, por tanto, una elección necesaria para transmitir lo que siente a través de la meditación, y simplemente porque no podemos ver ni tocar las emociones y sensaciones, estas son difíciles de expresar a través del arte figurativo., Es por ello a través de sus pinturas que Pi nos hace sentir la frescura. de las olas, la alegría y el calor del sol, la fuerza del viento, el misterio de la selva pero sobre todo la urgente necesidad de protegerla.

Una técnica bien pensada

La técnica de Pi no es producto de la casualidad, se eligió porque representa mejor las meditaciones y emociones de Pi, su forma única de colocar la resina le da a estas pinturas un contraste mate y brillante, por un lado el material visible, grueso y brillante del la resina permite sugerir el carácter alegre y dinámico de la pintura y por tanto del mundo natural y por otro lado el color multicolor de la pintura sin resina permite sugerir el carácter crudo y salvaje de este mismo mundo.