Grafiteros

El arte no es estático, como tampoco lo es su ubicación. Puede que Banksy y Keith Haring sean los primeros nombres que nos vienen a la mente cuando pensamos en el grafiti, pero el movimiento tiene sus raíces en la calle. Los grafitis surgieron a finales de la década de 1960 en muros de hormigón vacíos de Filadelfia y Nueva York. Después de empezar a mano, los grafiteros tomaron los botes de spray para seguir los pasos de los pioneros. Entre ellos estaban Cornbread y Taki 183, que pusieron sus nombres y estilos en las paredes como constancia de su paso. Pero con el creciente éxito del arte callejero, el grafiti se convirtió gradualmente en un objetivo político. Así, los años 70 marcaron un periodo de "limpieza" pero también de consagración de un arte que se había vuelto omnipresente. Algunos artistas emergentes, como Daze y Seen, utilizaron los vagones del metro de Nueva York para expresar su visión y hacer visible su trabajo al público en general. El grafiti era, y sigue siendo, difícil de compartimentar: se nutre de la libertad y ningún muro puede limitarlo. El arte del grafiti se exportó entonces fuera de Norteamérica con artistas como Dondi White - el primer grafitero que se exhibió en Europa, así como en Berlín, Londres, París, Dublín y Bruselas. En la década de 1980, empezaron a surgir diferentes estilos de grafiti y el "estilo salvaje" agudo y casi barroco desarrollado por Tracy 163 se convirtió en sinónimo del grafiti como movimiento. Este estilo sigue influyendo en los artistas de arte callejero de hoy en día, así como la fusión de la escritura y las imágenes de la cultura pop. Mientras se adentra en nuestra selección de obras de arte, deje que las palabras de Tracy 163 resuenen en sus oídos: el grafiti no es sólo una etiqueta o un estilo a desarrollar, es "la forma en que vivimos". Vigila las paredes que te rodean, tal vez una nueva etiqueta te sorprenda...