Sudiczki

Declaración artística del dúo SUDICZKI (Anna Dobrowolska & Maria Jachowicz).

Trabajamos juntos como dúo artístico desde 2015. Nuestra práctica escultórica se desarrolla sin bocetos ni estructuras internas, moldeada por el gesto, la confianza y la intuición. Dirigimos un estudio compartido en el norte de Polonia, donde trabajamos con formatos artísticos y educativos. Con el tiempo, hemos desarrollado nuestro propio ritmo: atento, receptivo y arraigado en el material.

En la serie Sudiczki, volvemos a la forma de la cabeza, no como personaje, sino como presencia. No son retratos ni narraciones, sino formas que transmiten algo: memoria, silencio, un rastro de emoción. Los nombres —Hymm, Aaai— no son títulos en el sentido tradicional, sino sonidos que surgieron durante el proceso. Estas esculturas están pensadas para ser percibidas, no explicadas.

Las cinco cabezas expuestas en la Galería 277 nou forman un grupo silencioso. Cada una es diferente, pero resuenan juntas. Tienen rostros, miradas, oídos: escuchan lo invisible.

Podrían estar en un tejado de Barcelona o entre las hojas húmedas del bosque del norte. Lo que los conecta es la lluvia: deja vetas en el esmalte, reflejándose en una mirada abierta. Ninguno de ellos fue planeado. Cada uno surgió de un momento distinto, de una tensión distinta. No cuentan historias. Mantienen presencia. Actúan como marcadores en un paisaje interior.

Sudiczki - sobre la serie

Nuestro trabajo surge de una reflexión personal sobre la herencia, esa herencia tácita e intuitiva que se transmite a través de los cuentos de hadas y la memoria familiar. El nombre de nuestro grupo tiene múltiples significados: las SUDICZKI eran espíritus femeninos eslavos que aparecían de tres en tres y entraban en el mundo humano para forjar el destino de las personas; a veces se las veía como figuras del destino, a veces como demonios.

Con las esculturas de Sudiczki, buscamos despertar una mitología femenina local entrelazada con las leyendas de Casubia, una región septentrional de lagos y bosques donde se encuentra nuestro estudio. No se trata de una reconstrucción del pasado, sino de la encarnación de su eco. Como gárgolas y quimeras encaramadas en tejados góticos, quizá guardianas de templos o simplemente excusas para una imaginación desenfrenada.

Los Sudiczki pertenecen a una tradición similar: indomables, extraños y discretamente subversivos. Nacidos de la imaginación, pero con raíces sólidas. Los nombres de cada forma se inspiran en sonidos de la naturaleza o emociones que surgen durante el proceso creativo. Desde su primer fundador, Hymm, la familia Sudiczki sigue creciendo.

Cada escultura es única: moldeada a mano sin estructura interna, horneada dos veces y esmaltada espontáneamente. No hay dos iguales; cada una tiene su propio ritmo, superficie y presencia. Algunas las dejamos en bruto, otras las combinamos con elementos textiles, contrastando peso y delicadeza. Aaai y Hymm se encuentran una al lado de la otra, diferentes en su forma, conectadas por la tensión. Se atraen por su presencia. No requieren interpretación, solo espacio.