Una torre interminable de marfil blanco, donde la fotógrafa Cheraine Collette se dedica a fotografiar todas las criaturas que aparecen en las diferentes salas. El enfoque onírico de esta diseñadora holandesa, licenciada en 2015 en diseño fotográfico por la Universidad de Fotografía Aplicada y ganadora de varios premios internacionales, dibuja un mundo invadido por animales donde la arquitectura casi parece construida para que la habiten. Sin embargo, es una fauna que Collette fotografió en su entorno natural y luego trasladada a un entorno noble y suntuoso, casi un Olimpo. También en este caso, se trata de lugares que el autor ha descubierto en todo el mundo, pero que el espectador no puede (ni debe) identificar. Fuera del espacio y del tiempo, nos encontramos en el reino animal real donde se aprecia la nobleza de una especie, la aristocracia de un rebaño o la realeza de un solo ejemplar. Esto es lo que realmente está al borde de la extinción: la nobleza. El nuestro también.