Timothy ARCHER

"De pájaros y dioses I / Cosmogonías

Descubra los nuevos óleos sobre lienzo y los óleos y pasteles sobre papel de Timothy Archer en la primera parte de su nueva exposición "Of Birds and Gods" titulada "I / Cosmogonies" que significa el nacimiento de un mundo en el caos primordial.

"Hay momentos en la pintura que suspenden el tiempo y la historia, y capítulos de nuestra propia narrativa que una vez abiertos parecen atraer a todo el universo conocido hacia su centro. Un punto negro se convierte en una espiral, luego se metamorfosea en un elegante nautilus que un día puede convertirse en toda una galaxia.

Esta exposición establece por fin el vínculo entre yo y yo mismo, entre el simbolismo que habita en mi mente desde mi primera infancia y la filigrana de mi experiencia humana.

Sé que no sé nada, excepto quizás que desde el principio, desde el primer aliento, todo estaba ya ahí.

Como en una búsqueda del tesoro, sembramos detrás de nosotros pequeños trozos de pan para los menos afortunados, y para los otros, guijarros que son mucho más prácticos si un día queremos entender nuestras propias andanzas en esta tierra.
El pintor, aún más afortunado, siembra imágenes, historias, risas intercaladas con llantos, momentos de memoria permanentemente inscritos en algún lugar, entre la retina y el cerebro reptiliano de quienes da a ver.

Paradigmas--Contrahechizos--Didascalia--Cantos y gólems--Pájaros y dioses--Cosmogonías

A la manera de un trovador, de un bardo o de un druida, he sembrado ideas en el mundo, con suavidad, con delicadeza, sin comprender hasta ahora que era mi mente la que estaba sembrando, que esas ideas y esos cuentos cambiarían para siempre el movimiento de mi mano y la avidez de mi ojo.

En esta exposición, rodada en mi mente como una alegoría en movimiento, elegí invocar los mitos que me son queridos, las leyendas que me ayudaron a respirar, la sopa primordial que me nutre y el fuego colorido que me habita. Porque para convertirse en el propio sueño, hay que convertirse también en demiurgo e invocar pincelada tras pincelada un nuevo mundo lleno de sirvientes o aliados arquetípicos. Donde hay dureza por todas partes, el movimiento hipnótico del pincel puede suavizar los bordes.
Donde hay dictadores, el artista sólo tiene que evocar la anarquía. Donde el mundo se aburre, él invoca la magia.

Es, pues, en la idea de un viaje a las profundidades azules y negras del abismo donde elegí plantar mi bandera, en una inmersión simbólica en el corazón de un mundo silencioso por naturaleza que me permitió escucharme mejor, y por la salvación que ofrece un extraño rebote que sólo conocen los autorizados a jugar con el sentido de las cosas, basta con decirse a sí mismo, como hace a veces Hermes, que todo lo que está arriba es como lo que está abajo, y todo lo que está abajo es como lo que está arriba que el abismo se convierte en el espacio infinito contenido en los confines que nos rodean en todas partes presentes que el océano se convierta en un bosque, que la ballena se convierta en un elefante y que el pez que vuela por el aire se convierta sin dificultad en el mítico pájaro del lago Stymphalus.

En las culturas del mundo de ayer y de hoy, he buscado el rastro de la imagen de un viajero libre, testigo del nacimiento y la caída de los imperios, que por su resistencia se ha convertido en un faro, en un símbolo del caos creativo que nos rodea y nos habita.
Del Lugus celta a Hermes/Mercurio, de la imagen del judío errante a la del ermitaño del Tarot de Marsella. El loco, el brujo, el artista, la pitonisa, el curandero o el propio Esopo, son los que siempre han jugado con el zeitgeist y han domesticado las corrientes de aire de un palacio arcaico lleno de odio y tristeza.

Porque para poder llevar el pesado y traqueteante ajuar de todo un universo de símbolos ardientes, el vocabulario gráfico de imágenes duramente ganadas y el bestiario primordial y mordaz que siempre ha estado a nuestro lado, hay que entender ante todo que todavía hay que "tener el caos en uno mismo para dar a luz a una estrella danzante". Timothy Archer, enero de 2022