Esta es la quinta exposición individual de Lyuben Domozetski, que presenta obras de arte creadas en los últimos 6 meses. A diferencia de todas las muestras anteriores del autor, en las que primaba el tema de la ilustración científica, en el proyecto actual el artista dirige su atención a obras más cercanas a las tradiciones de la pintura de iconos. Las plantas y los animales, que siempre han interesado a Lyuben Domozetski, también están presentes, pero en un nuevo contexto visual y una nueva mirada. Las obras tocan temas como la domesticación y el cultivo, por primera vez aparecen plantas en macetas en las pinturas del autor, pero también una continuación de interpretaciones de temas y motivos bíblicos, la reflexión sobre la definición de “icónico” y “altar”, la tema de la percepción del propio cuerpo, tentación, oposición de lo terrenal y lo celestial.

Asimismo, en algunas de las obras, el artista desarrolla la interpretación de las obras cerámicas iniciadas en su exposición anterior y su recreación en pinturas. Además de los trabajos predominantes con témpera sobre madera, típicos del estilo de Domozetski, también se presentan experimentos con acuarela, dibujo y óleo. El nombre de la exposición está tomado del nombre de una de las obras de arte, que representan las principales fuentes estilístico-plásticas e iconográficas que influyen en la obra de Domozetski y ayudan a encontrar la clave de los mensajes, a menudo altamente encriptados, enviados por el artista.