Los dibujos fueron realizados en el período enero/febrero de 2024, en la costa del Océano Antártico, en el área de la Base de Investigación Búlgara en la Isla Livingstone, Antártida, por Marina Velikova.
“Para entender los dibujos de Marina, uno debe contemplarlos durante mucho tiempo, mirarlos durante mucho tiempo para sentir el frío, el viento, el agua y esta barrera psicológica llamada el fin del mundo. Son obras de arte que inicialmente pueden perturbar las expectativas de algo más idílico. Sin embargo, ahondando en la esencia de su creación, dando sentido a los sentimientos y estados que reflejan, uno comprende la profundidad de las obras, del mensaje que transmiten. Su poder reside en la facilidad del gesto, en la intervención de la naturaleza en el acto creativo, en la libertad del espíritu creativo que deseaba llegar al fin del mundo. ¿Qué es realmente el fin del mundo? Esta extensión de agua, hielo y rocas no es solo un lugar geográfico, es sobre todo una barrera psicológica que desafía constantemente la imaginación humana. En las obras de Marina, una pequeña pero esencial parte de la Antártida está presente, literalmente, físicamente. La autora utiliza el agua de los glaciares para crear sus acuarelas. El agua disuelve las pinturas, las salpicaduras del océano, las gotas de lluvia, las superposiciones, los derrames, el lavado… todo ello deja huellas en el papel. En este sentido, la naturaleza no es solo una inspiración, es casi una coautora, una cocreadora, que interviene directamente en la creación de los dibujos. Creadas en condiciones extremas, con un viento incesante, sin preparación previa, estas obras son una expresión espontánea de la tormenta de sentimientos que se apodera de la autora que ha llegado al fin del mundo. La falta de imágenes, de detalles, recrea con mayor precisión la mezcla de lo vivido y lo visto. La coloración y las combinaciones de colores están fuertemente influenciadas por los colores del hielo y la roca desmoronada. En varias obras de arte, aparecen imágenes concretas individuales que literalmente flotan fuera de la masa informe de agua y hielo. La capilla de collage y la escalera artificial son completamente ajenas al lenguaje artístico utilizado, son algo externo traído a este mundo extraordinario. Los pingüinos pintados son imágenes, símbolos de los pocos signos de vida en el desierto creados por el hielo. Las creaciones de Marina son una narración personal sobre un viaje al fin del mundo, sobre las pruebas del espíritu que experimenta una persona al llegar al umbral de este fin, sobre el poder infinito de la naturaleza, visto a través de los ojos del creador.
PhD Lyuben Domozetski
Creé “Huellas de la Antártida” en la frontera del mar y la tierra, en la intersección del mundo conocido y el desconocido. Entre el miedo y la emoción. Sintiendo el comienzo del tiempo y la tierra, y en el umbral del infinito. Las dibujé al borde de mi voluntad, en momentos de intuición, experimentando una conexión atávica con la inmensidad del agua y el comienzo de la vida. Estas son las huellas del lugar en mi mundo interior. Huellas de contacto, como las líneas negras en el glaciar que reflejan el tiempo.
Marina Velikova
Sobre la autora:
Marina Velikova es músico y editora musical del programa “Horizon” de la Radio Nacional de Bulgaria. Se graduó en la Academia de Música “Pancho Vladigerov”. En 2003/08 estudió música clásica india en Gandharva Mahavidyalaya, la escuela de música más antigua de Delhi, India. Intérprete y autora de álbumes musicales. Participó como músico en representaciones teatrales. Autora de dos exposiciones fotográficas, la segunda de las cuales, “El hielo de la Antártida”, se presentó hace un mes en el Puente de los Enamorados de Sofía, como parte del proyecto “La Antártida en nuevas dimensiones”.
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