Penelope van Hoorn

Para mí, cualquier cosa o persona interesante requiere una mirada más allá de lo que se presenta. Mi obra explora este tema en conjunción con el concepto de conexión natural.

Hay un lenguaje subyacente unificador. La pintura —sus formas, colores y texturas— parece querer expresar algo sobre la voluntad de la naturaleza de conectar y mirar más allá de la superficie, su uso de la energía para unir átomos y moléculas en formas orgánicas. Veo estas ideas emerger al crear una nueva pieza. A veces respondo enfocándome en momentos o moléculas porque me parecen extraordinarios. Otras veces acepto que hay una capa o velo inamovible ante mí, cuyas ventanas o rasgaduras permiten vislumbrar un mundo orgánico más allá. En ese sentido, cada nueva pieza es una conversación entre el medio y yo sobre esta otra conversación entre el mundo y yo.
Al final, quiero que mi trabajo exprese la belleza y la armonía inherentes a estas ideas.

Me gusta la intensidad de los acrílicos, que se prestan muy bien a un aspecto importante de mi proceso: trabajar sobre una base inicial poco después de terminarla, antes de aplicar, a veces, varias capas adicionales a medida que la imagen adquiere su forma final. A menudo también uso lápiz para crear textura y soltura.

Para mí, lo más importante es la sensación de equilibrio y naturalidad. Quiero que mis pinturas se perciban como intervenciones significativas y, al mismo tiempo, como cosas que siempre han existido o que podrían evolucionar con naturalidad.