Caroline Boulay

Ella es la mayor de una familia de tres hijos. Desde la escuela primaria ganó dos veces el concurso de dibujo de Desjardins, en el fondo ya sabía que era pintora. En 1996, tuvo que reemplazar a su padre en el negocio familiar. En 2004 vende el negocio familiar para enseñar matemáticas a desertores en los que se reconoce en el fondo de sí misma, su lado oculto, rebelde ... Al mismo tiempo, sigue desarrollando sus técnicas pictóricas con varios artistas profesionales. En 2015, conoció a Raymonde Perron, quien le permitió encontrar su camino en la pintura. “La pintura me lleva a un universo íntimo. Gracias a ella, descubro cada día nuevas partes de mi ser. Mis pinturas reflejan mi alma, mi verdadera identidad. Sacan a relucir los secretos enterrados en mi hogar, expresan mi lado rebelde escondido a plena luz del día. Mi pasión, mi fuego, mi volcán interior brotan sobre el lienzo blanco en la más total abstracción, simbolizando mi singularidad. Mi búsqueda de nuevos medios infinitos favorece mi exploración artística. Las texturas, los relieves que creo, gracias a mixmedia y a través del acrílico o el óleo, te sumergen en mi taller. Allí están todos los colores que hacen vibrar mis fibras más profundas. Esta odisea pictórica, donde los colores y las texturas se encuentran, contribuye a la evolución de mi proceso creativo. "Vive y trabaja en Sainte-Victoire de Sorel en Quebec. Caroline Boulay, artista quebequense siempre ha estado interesada en la pintura, pero fue a partir de 2004 que, libre de las limitaciones familiares, desarrolló sus técnicas de pintura con Claude Mailhot, siguió varios cursos de formación y en 2015 conoció a Raymonde Perron, quien le permitió descubrir su verdadero potencial.